En el Ecuador, los manglares crecen en todos los estuarios que forman los ríos al llegar al
océano Pacífico. En estas zonas, ricas en nutrientes y protegidas por el embate de las olas, se
construyeron durante la década de 1980 miles de piscinas para el cultivo de camarón. En
algunas zonas, como el estuario del ríos Muisne en la zona sur de Esmeraldas y el rio Cojimíes
en el norte de Manabí, la destrucción del
manglar
fue
casi
total.
Sin embargo, la toma de conciencia de los
pobladores locales acerca de que su principal
y tradicional fuente de sustento había
desaparecido, motivó la protección de los
últimos remanentes que quedaban en estos
estuarios. El área protegida comprende 3.173
hectáreas que están distribuidas en 25 cuerpos
diferentes.
Este refugio fue establecido en el área donde funcionaba la Estación Forestal “La Chiquita”,
un predio destinado a la investigación y estudio de manejo de especies forestales propias de
los bosques tropicales del noroccidente del Ecuador. La Chiquita, cuyo nombre viene de un
estero que se encuentra dentro del área, se ha convertido en un refugio para la flora y fauna
silvestre del sector. El principal atractivo del área es el bosque húmedo tropical de la región
del Chocó, un ecosistema con gran biodiversidad que empieza en Panamá, pasa por
Colombia y llega a las costas norteñas del Ecuador.