Existen lugares que por su aislamiento y difícil acceso
han permanecido desconocidospor muchos años, pero
cuando se realizan estudios, se descubre un mundo
sorprendente. Este es el caso de la cordillera del
Cóndor: un gran macizo montañoso de más de 160
kilómetros de longitud que se localiza en el sur de la
región oriental, entre las provincias de Morona
Santiago
y
Zamora
Chinchipe.
Esta cordillera amazónica protege bosques de neblina
e inclusive páramos, lo cual es parte de las sorpresas
que ha estado guardando. En los últimos años, la cordillera del Cóndor ha despertado el interés del
mundo como un sitio de especial importancia para la ciencia y la conservación, pues la mayor parte
todavía se mantiene inalterada y poco explorada. Con el fin de proteger esos bosques, el gobierno
ecuatoriano creó cuatro reservas a lo largo de la Cordillera, cada una encargada de proteger un rango
altitudinal distinto y que en conjunto conservan lo mejor de este lugar. Existen tres reservas
biológicas: El Cóndor, El Quimi y Cerro Plateado, y un Refugio de Vida Silvestre: El Zarza. Sumadas
las cuatro áreas protegen más de 41.000 hectáreas de una de las zonas menos conocidas del Ecuador.
Se encuentra en la región suroriental, en la provincia de Morona Santiago. Dos elevaciones de esta
parte de la cordillera oriental, Siete Iglesias y Pan de Azúcar, pertenecientes al Municipio del cantón
San Juan Bosco están protegidas también por el Ministerio del Ambiente.
Por ello tiene la particularidad de ser la primera área con la categoría de Área de Conservación
Municipal que se integra al Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado. El área protege una
franja de bosques nublados ubicados sobre los 1.100 metros de altitud; además de proteger una rica
biodiversidad,
en
estos
ecosistemas
nacen
varios
ríos
indispensables
para la provisión de agua de las ciudades y poblados que rodean el área protegida, en especial en el
cantón San Juan Bosco.