La reserva protege principalmente la laguna de
Limoncocha, una de menor tamaño llamada
Yanacocha, y los humedales, zonas de pantano y
bosques húmedos tropicales que las rodean.
Limoncocha, en especial sus orillas y zonas de
pantano, albergan una flora y una fauna muy
singulares; adaptadas a vivir de la permanente
interacción
agua-bosque.
Aquí encontramos una gran diversidad de especies,
en especial de aves acuáticas, lo que motivó su
declaración como sitio Ramsar, un reconocimiento
internacional para humedales de gran importancia.
Existen lugares que por su aislamiento y
difícil acceso han permanecido
desconocidos por muchos años, pero
cuando se realizan estudios, se descubre
un mundo sorprendente. Este es el caso
de la cordillera del Cóndor: un gran
macizo montañoso de más de 160
kilómetros de longitud que se localiza en
el sur de la región oriental, entre las
provincias
de
Morona
Santiago
y
Zamora
Chinchipe.
Esta cordillera amazónica protege bosques de neblina e inclusive páramos, lo cual es parte de las
sorpresas que ha estado guardando. En los últimos años, la cordillera del Cóndor ha despertado el
interés del mundo como un sitio de especial importancia para la ciencia y la conservación, pues la
mayor parte todavía se mantiene inalterada y poco explorada. Con el fin de proteger esos bosques, el
gobierno ecuatoriano creó cuatro reservas a lo largo de la Cordillera, cada una encargada de proteger
un rango altitudinal distinto y que en conjunto conservan lo mejor de este lugar. Existen tres reservas
biológicas: El Cóndor, El Quimi y Cerro Plateado, y un Refugio de Vida Silvestre: El Zarza. Sumadas
las cuatro áreas protegen más de 41.000 hectáreas de una de las zonas menos conocidas del Ecuador.