Economía en Cuarentena - El Guácharo 2 E - Revista El Guácharo | Page 11
muestra estos números como
fantasías y nos lleva a un
colapso, porque sin energía
un país carece de desarrollo,
y un país petrolero que no
produzca, quiebra. pagándose y dándose el
vuelto. El enfoque debe
dirigirse al cumplimiento
de obligaciones tributarias
y no al despilfarro de sus
dividendos.
Han existido un sinfín de
planes que, hasta ahora, solo
forman parte de la historia
de corrupción; a esto se suma
el bloqueo total, impuesto
unilateralmente por el
gobierno de EE.UU a la indus-
tria energética que ha gener-
ado pérdidas incuantificables
por sector. La “cura”
propuesta por el gobierno fue
peor que la enfermedad, al
politizar a la industria. •
Fomentar la compe-
tencia y la transparencia
en los procesos de licitac-
ión y otorgamiento de
licencias para operar.
Las proyecciones de desar-
rollo global para las próximas
dos décadas nos llevan a
mirar más allá, mientras, al
mismo tiempo, es necesario
solucionar los problemas en
casa. Esto obliga a:
•
Devolver las competen-
cias a la Asamblea Nacional
y que esta tome su papel de
asamblea de accionistas de
la República.
•
Crear
fondos
de
inversión y de estabilización
macroeconómica, alimenta-
dos de los dividendos de
PDVSA, para socorrer en
momentos de baja de
precios, como los padecidos
hoy, producto de la pandemia
COVID-19.
•
Disolver la “bicefalia”,
con la separación de empre-
sas públicas como PDVSA del
gobierno, así como la imposi-
bilidad de permitir al mismo
ministro ostentar el cargo de
presidente de la empresa,
•
Privilegiar el desar-
rollo técnico en la
formación de recursos
humanos y apuntar cada
vez más hacia el arribo de
la III y IV Revolución Indus-
trial, con dificultad aún
para ingresar a nuestra
nación.
•
Abrazar los postula-
dos de Paris 15, ODS y la
descarbonización en las
emisiones por parte de la
industria; el reto global
actual es mayor cantidad
de energía limpia a menor
costo.
•
Emigrar hacia el gas
natural como pieza fuerte
de nuestra industria
energética, para la gener-
ación eléctrica. Existe una
capacidad instalada del
7.200 MW en platas termo-
eléctricas con convertibili-
dad de fuel oil a gas, la cual
aportaría, al menos, un
35% de la demanda, al ser
este un hidrocarburo abun-
dante y fiable en la gener-
ación continua, además de
la potencialidad de export-
ación para el abasteci-
miento en la Guajira colom-
biana, el Roraima brasileño
y la conexión con las plan-
tas de licuefacción dispues-
tas en Trinidad, que nos
facilitaría la exportación
del gas a bajas temper-
aturas y en estado líquido
a través de Carriers.
El gas sería “el salvador”
de la industria petrolera,
debido al crecimiento en
el consumo por parte del
África en desarrollo, China,
India y Europa, sin dejar
atrás nuestra región.
Venezuela cuenta con una
legislación más amigable
en cuanto la participación
privada en la Ley de Hidro-
carburos Gaseosos (1999),
a diferencia de la LOH
(2006); es decir, la
ejecución de un plan de
explotación gasífera queda
bajo una decisión política
y ejecución técnica, a nivel
interno de 219 MBD de
diésel, con miras a ser
liberado al mercado con la
adopción del gas como
fuente primaria de gener-
ación
eléctrica;
tal
condición aliviaría las
hidroeléctricas y daría pie
al desarrollo de nuevas
fuentes, como la fotovol-
ica, al aprovechar nuestras
largas e intensas horas de
sol, eólica, al retomar
proyectos en Paraguaná y
en el eje costero caribeño,
lo cual llevaría nueva-
mente la visión de desar-
rollo a partir de los hidro-
carburos y no del rentismo
paternalista, como patrón
de costumbre de la socie-
dad venezolana, aunque
hoy quizá se rompe de
manera traumática esa
vieja idea de “papá Estado
me dará”.
Tw: FJMatheus
Ig: franciscojmatheus