La evolución de los sectores de producción se hace cada vez más evidente. No sólo su número ha aumentado, de los tres sectores de producción que se estudiaban tradicionalmente, hasta los cuatro o cinco que entran hoy día en cualquier análisis; sino que también, la morfología individual de cada una de estas ramas se ha conseguido adaptar a los nuevos tiempos, manteniendo su razón de ser, su fin, pero transformando sus procesos, con mayor o menor impacto, dependiendo del sector de producción de que se trate.