Aportar al discurso intelectual en torno al desarrollo económico de los países se ha convertido en una fuente inquietante para los economistas pues la razón del éxito en la economía no solo radica en el incremento de sus niveles de producto interno bruto PIB, sino en la manera como se distribuyen los beneficios obtenidos de dicha expansión económica en la sociedad traducidos en un ingreso per cápita suficiente para adquirir una canasta de bienes y servicios coherente con las necesidades de cada uno, por otro lado, la inversión de capital en el desarrollo de conocimientos (educación) para generar con los recursos humanos disponibles una buena condición en la productividad, la consecución de metas a largo plazo de sostenibilidad ambiental y la sostenibilidad macroeconómica por medio de una política económica fuerte son condiciones fundamentales en el aprovechamiento de las ventajas del crecimiento económico.