Para nadie es un secreto como la tecnología está inmersa en nuestras vidas y en nuestra cotidianidad. Si bien es cierto que no es obvio para el ojo de cualquier individuo identificar donde o cómo está la tecnología que usamos a diario, no menos cierto es que disfrutamos de servicios, objetos e inclusive sobrevivimos porque muchos de los avances al día de hoy contemplan de alguna manera algo de tecnología. Basta con mirar a nuestro alrededor:
-La última película que viste, con seguridad tenía efectos especiales realizados con tecnología.
-El examen médico que te acabas de hacer, fue con un equipo supersofisticado y seguramente te dieron el resultado en un CD o un DVD.
-La nevera último modelo, toda fashion con botones y luces.
-¿Y qué me dices de la lavadora y la secadora?
-¿Y el carro último modelo, con ese tablero espectacular que cuando estás de retroceso te va avisando cuanta distancia hay al objeto más cercano?
-¿Y el tratamiento de belleza con láser?
-¿Y el avión donde viajaste la última vez?
-¿Y qué teléfono celular usas?
-¿Y cuando llamaste al call center de supercable o al de intercable, te fijaste que los puedes contactar también por chat?
-¿Ya te subiste a un ascensor inteligente?
-¿Y monitorear a tu bebé que está en la guardería por internet?
-¿Y las fotocopias en 3D? increíbles pero ciertas.