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Impotencia. Esta es la sensación que la inmensa mayoría de nosotros siente al ver un diario o las noticias de la televisión y contemplar de forma pasiva como los casos de corrupción se van sucediendo día tras día. Ahora que las casas de apuestas están en auge podrían ampliar sus horizontes y dejarnos apostara a quién será el siguiente político en caer. Así que , ¡ hagan juego!
Si con las cuentas de Bárcenas ya nos sentíamos (aún más) robados, estafados, engañados y apaleados moralmente sumemos los supuestos cobros ilegales de la cúpula del PP, el gobierno
. Y muchos nos preguntamos, ¿con qué legitimación nos pueden exigir aquellos que recortan sueldos, echan gente a la calle y liquidan nuestro futuro que cumplamos con nuestro cometido de buenos ciudadanos cuando ellos están salpicados de chapapote hasta el cuello? Es irónico observar que hablen de sacrificios, tiempos
Es irónico observar que hablen de sacrificios, tiempos
sacrificios, tiempos duros y demás cuando sus arcas se han visto desbordadas por irregularidades, supuestas ,discúlpenme.
He mencionado al PP, pero son más siglas las que a día de hoy están inmersos en casos de corrupción. Es un lacra social, política, nacional. Es un problema, un peso que lleva años pero que hasta que las cosas no se han puesto feas no ha estallado. En efecto, esto se ha permitido señores y señoras. Se ha permitido hasta que hemos llegado a un punto en el que se ha dicho basta.
Porque un servidor, que hasta hace poco miraba con lupa cualquier información que emitía noticas de corrupción ligadas a partidos políticos ha terminado por rendirse y no tener más remedio que contemplar como este país se ha hundido.
Es casi imposible ver una luz en este túnel, no hay una solución clara a todos estos problemas que han asolado de norte a sur a España. Pero que no haya una solución clara no quiere decir que no se puedan ir tomando medidas para que esta situación dantesca no se vuelva a repetir.
La primera y más popular debido a la exigencia de las masas es que rueden cabezas, obviamente no en sentido literal. Y yo estoy de acuerdo, que aquellos que han cometidos actos delictivos y que ostenten cargos políticos sean juzgados, condenados y sean cesados de por vida de cualquier actividad política.
Ya no es un tema económico, de que hayan robado, estafado y especulado con catastróficas consecuencias. No. Se trata de ética, de principios morales que estos señores y señoras se han pasado por sus zonas genitales y que además se han reído de todos los españoles. Tolerancia cero contra esta estirpe de caraduras, canallas y parásitos sociales que han inundado nuestras instituciones durante años.
TRIBUNA PÚBLICA
Sube al estrado:
Javier Manzanares Viladomiú