Dí Arte Folleto Dí Arte 6 | Page 25

Una mañana de enero se escucharon los gritos de Adrián pequeño infante al ver la brutal muerte de su Madre y más tarde los tiros de fusil que acaban con la vida de su Padre. Los gritos del arriero que hacen eco en los canelones camino a la nevera. Los gritos del vaquero Oquendo en la loma de la Guamera y los del tío Miguel al coger café en la primavera. “Tirate pues güevón” retumba el grito de mi Padre en las peñas del cañón del río Sinitavé y de esta forma aprendo a nadar. Esa mañana de enero anunciaste tu muerte y desde el Oriente tu sangre se posó en las nubes que dan al cementerio. Amigo ya no estás aun cuando estoy en tu búsqueda, te descubro al caminar por tus letras, y vuelvo a sentir el abrazo de la neblina, el aliento del abuelo y el grito de horror de los tíos desaparecidos en las cercanías del gran río, desnudos, fusionándose con un gran árbol, introduciéndose en su savia, dando fuerzas, formando una gran rama, espero algún día encontrar tu sangre y así beberemos un delicioso vino tinto y nos embriagaremos y haremos más fuertes en medio de la dificultad. Esa mañana de enero arreboles enfurecidos, encendidos cual fuego de cosecha. En es a mañana de enero toda una gama de colores, 25