Elena Garro y la incidencia de su obra en la Escuela Nacional Preparatoria
Bertha Satilda González Baños
Me entusiasmó la idea de hablar sobre Elena Garro, mujer universitaria que siendo preparatoriana hizo teatro, fue coreógrafa y bailó en la obra “Las Troyanas” de Eurípides, que dirigió Julio Bracho, Rodolfo Usigli, la llamó para hacer la coreografía de “El Burgués, Gentil Hombre” de Moliere, ensayaban en el generalito de San Ildelfonso. Esta mujer se convirtió en dramaturga mexicana, de forma inesperada, digamos mágica como el sentido que da en su obra, encontró al que tiempo adelante
fuera su marido (Octavio Paz), quien en una reunión lo conoció, él la invitó a bailar y ella se rehusó, la tiró del brazo: “La conozco muy bien, es usted una puritana y ahora viene con el pastor protestante de su parroquia”, le dijo con insolencia, ella no bailó. Después veremos reflejada en su obra el rechazó a una situación patriarcal, que refleja el terror que provoca la existencia mínima y lo no realista, en el teatro que reviste su obra metafóricamente, el querer huir de la realidad, manifestar en su obra lo que quiere, quiso o desearía ser. Pues bien, esta extensa obra dramática de los años 50 y 60 se representa año con año en alguno de los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria, la cual es aceptada y la disfrutan jóvenes universitarios quienes buscan su identidad con estas representaciones de la obra de Elena Garro, les ayudan a reflexionar y a buscar como quieren ser para consigo mismos y con la sociedad que les rodea.
Una de las funciones del teatro en el bachillerato es acercar al estudiante a encontrar su personalidad, al bachiller le encanta jugar con las palabras, con las ideas, por eso les atrae la presentación de las obras de Elena Garro.
Bertha Satilda González Baños
doxa 27