RIGOR Y SENTIMIENTO
La tarea fundamental del profesor es la de informar a los alumnos, e informar es enterarlos de algo. Pero para informar o enterar de algo a alguien, es menester el recurso de la descripción, y la descripción puede ser tomada de las fuentes que se utilizan, repitiéndolas, o producto de la propia inventiva y reflexión.
esto no se requiera: el lector hace sus propias pausas.
La exposición verbal, en cambio, es diferente: quien habla y quienes escuchan se cansan por igual y precisan de un reposo. Éste se logra con una anécdota, con un ejemplo tal vez rudimentario, con una comparación o una metáfora y hasta, por qué no, y como dije antes, con una broma.
algunas verdades son sólo circunstanciales, o sólo hipotéticas y lo son ante sus contrarias, que asimismo son hipotéticas o circunstanciales. Tal interrogante no tiene lugar, no procede, aunque el profesor se vea en la obligación de explicar por qué no procede. A pesar de todo, lo sugestivo del asunto, en ciertas asignaturas, está, para el alumno, según creo, en la posibilidad de muchas respuestas válidas y, sobre todo, en la de poder él mismo escoger. También en la reflexión que pudiera hacerse de que “quizás’ ninguna es verdadera. Esto, me parece, y creo que al alumno inteligente y malicioso también así le parece, resulta siempre fascinante. Pero si así no fuera con el alumno, el maestro seducido por toda esa gama de disyuntivas, deberá tener la sensibilidad suficiente para interesarlo, si así lo expresa con emotividad, pero no con una emotividad pura, sino con una razón emotiva o con una emotividad racional. El alumno inclinado hacia las ciencias experimentales, probablemente esperará una sola respuesta válida y no más; el interesado por las humanidades se deleitará al saber que no sólo dos o más respuestas puede admitir, sino que él mismo podría encontrar otra también aceptable.
doxa 10