Don Bosco Magazine | Page 5

Página 5 V OL U M E N 1 , N º 1 la vista exclamando a coro: —Leemos Pekín. Don Bosco vio entonces una gran ciudad. Estaba atravesada por un río muy ancho sobre el cual había construidos algunos puentes muy grandes. la pastorcilla—, parte ahora hacia aquel punto y sabrás la norma que han de seguir los Salesianos en el porvenir. Vuélvete ahora hacia esta parte, tira una línea visual y mira. —Veo montañas, colinas, mares... Y los jóvenes afinaban —Bien —dijo la doncella que, parecía su Maestra—, ahora tira una línea desde una extremidad a la otra, desde Pekín a Santiago, haz centro en el corazón de África y tendrás una idea exacta de cuánto deben hacer los Salesianos. —Pero ¿cómo hacer todo esto?, —exclamó Don Bosco—. Las distancias son inmensas, los lugares difíciles y los Salesianos pocos. —No te preocupes. ¿No ves allá cincuenta misioneros preparados? ¿Y más allá no ves más y muchos más aún? Traza una línea desde Santiago al África Central. ¿Qué ves? —Diez centros de misión. —Bien; estos centros que ves serán casas de estudio y de noviciado que se dedicarán a la formación de los misioneros que han de trabajar en estas regiones. Y ahora vuélvete hacia esta parte. Aquí verás otros diez centros desde el corazón del África a Pekín. También estas casas proporcionarán misioneros a todas estas otras regiones. Allá está Hong-Kong, allí Calcuta, más allá Madagascar. En todas estas ciudades en otras más habrá numerosas casas, colegios y noviciados. Don Bosco quería continuar hablando, pero la visión desapareció; el sueño había terminado. Reflexión Lo más grande de todo este sueño es que realmente se cumplió y los Salesianos y Salesianas están en todos esos lugares del mundo… Oración Señor, danos un corazón grande, sin fronteras como el de Don Bosco, capaz de amar y de entregarse en todos los lugares. Haznos misioneros aquí y ahora. María Auxiliadora...