SUEÑOS DE DON BOSCO
1. El sueño de los 9 años.
Tuve por entonces un sueño que me quedó profundamente grabado en la mente para toda la vida. En el sueño me pareció estar junto a mi casa, en un paraje bastante espacioso, donde había reunida una muchedumbre de chiquillos en pleno juego. Unos reían, otros jugaban, muchos blasfemaban. Al oír aquellas blasfemias, me metí, en medio de ellos para hacerlos callar a puñetazos e insultos. En aquel momento apareció un hombre muy respetable, de varonil aspecto, notablemente vestido. Un blanco manto le cubría de arriba abajo; pero su rostro era luminoso, tanto que no se podía fijar en él la mirada. Me llamó por mi nombre y me mandó ponerme al frente de aquellos muchachos, añadiendo estas palabras: – No con golpes, sino la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a éstos tus amigos.
2. Sueño de los 15 años 1830 (MB. 1,188) Reprensión por confiar más en los hombres que en Dios.
“En aquel tiempo tuve otro sueño en el cual se me reprendía severamente por haber puesto mi esperanza en la ayuda de los hombres y no en la bondad del Padre Celestial.” (Palabras de Don Bosco en su autobiografía).
Nota: El joven Juan Bosco estaba totalmente triste porque se le había muerto el gran amigo que lo estaba ayudando para poder estudiar, el Padre Cafasso. Y aunque el sacerdote antes de morir le dejó las llaves donde tenía su dinero, vinieron los familiares del difunto y le quitaron todo. El joven Bosco lloraba continuamente a su difunto bienhechor. Despierto pensaba en él. Dormido, tenía pesadillas soñando con él. Y su tristeza aumentaba al oír las campanas del templo que por nueve días tocaban a funeral, anunciando la muerte del Sumo Pontífice Pío VIII.