Opinion
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Las reliquias de Santo Domingo Savio han empapado estos días la ciudad, especialmente, el barrio de San Lorenzo. Todo un acontecimiento religioso, con numerosos actos programados, pero con un claro y reluciente leit motiv como telón de fondo: Domingo Savio, modelo para la juventud de hoy. En palabras del salesiano Miguel Aragón, "Domingo es portador de un mensaje universal: el deseo de ser una persona lograda, de desarrollar todas las potencialidades y con capacidad de vivir plenamente". Y Francisco Ruiz, director del Colegio Salesiano, iluminaba la noticia con mensajes parecidos: "Su secreto no es otro que el de tratar de vivir su amistad con Dios en la vida diaria, en el trabajo cotidiano, en la cercanía de sus compañeros y en la alegría de saberse amado por Dios". Monseñor Juan José Asenjo, en la Eucaristía de la catedral, refrendaba la espiritualidad juvenil de este joven santo y lo proponía también como modelo. La Córdoba creyente agradece a la gran familia salesiana el haber traído tan santo regalo, ofreciendo el espiritu, la vida y la ejemplaridad de Domingo Savio, tan cercano a los jóvenes de hoy, que anhelan la felicidad.