diálogos Digital Julio 2014 | Page 34

de circunstancias y sobre todo, se requiere una transformación en la cultura política y social de los mexicanos. Dentro del cambio institucional y transformación de la sociedad, por primera vez en la historia democrática del país, la participación de las mujeres en el Congreso de la Unión logró superar todas las expectativas, cumplir la cuota de género en los candidatos a cargos de elección popular. Las modificaciones en la ley han abierto la oportunidad para que una mayor cantidad de mujeres ocupen un lugar en el Congreso de la Unión en México. En marco de la actual instalación de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión Por primera vez la presencia de las mujeres en el Congreso será la mayor de todas las legislaturas en la historia, del país. En San Lázaro, 36.8% con 184 mujeres de 500 de los legisladores serán mujeres con 50 diputadas federales más que en la legislatura anterior y en el Senado, 33% con 42 mujeres de 128. La representación de las mujeres creció 10% en la Cámara de Diputados y casi 18% en la de Senadores. Lo cual representa un desafío no sólo para mantener lo alcanzado, sino para crear e implementar los cambios necesarios para que superen las metas para las generaciones futuras. Este incremento del número de mujeres que nos representan en las Camaras altas y bajas es resultado del respaldo legal del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a través de la sentencia histórica de noviembre de 2011, donde se obliga a los partidos y coaliciones con independencia del método de selección que utilicen a cumplir el 40 por ciento de espacios destinados a mujeres, y que las suplencias sean del mismo sexo, lo que pondrá fin al fenómeno de las Juanitas así es que, queda claro que cuando la ley garantiza los derechos de las mujeres se pueden alcanzar avances muy significativos Es pertinente recordar la reflexión que en 1998 hacía el profesor de política económica Francis Fukuyama: “Las mujeres van a llegar a ocupar puestos de liderazgo mundial en una época en que los jóvenes más guerreros representarán el mayor peso demográfico en los países más pobres.” El reto, es avanzar en la agenda de género. Sin duda, todavía existe un largo trecho para hacer posible otro modo de ser ciudadanos y ciudadanas y con ello seguir construyendo democracia. Por ello, insisto, será fundamental impulsar los cambios a las legislaciones electorales locales para armonizarlas con la legislación federal, así como conseguir de las autoridades electorales estatales los compromisos correspondientes para garantizar los derechos políticos y electorales de las mujeres, y en el ámbito público un cambio institucional impulsado por la convicción y voluntad política del Gobernante. Se requiere incorporar la perspectiva de género en el diseño, formulación, programación, implementación, seguimiento y evaluación a las obligaciones del Estado mexicano en materia de políticas públicas en ámbitos como: 34