de circunstancias y sobre todo, se requiere una transformación en la cultura política
y social de los mexicanos.
Dentro del cambio institucional y transformación de la sociedad, por primera vez en
la historia democrática del país, la participación de las mujeres en el Congreso de
la Unión logró superar todas las expectativas, cumplir la cuota de género en los
candidatos a cargos de elección popular.
Las modificaciones en la ley han abierto la oportunidad para que una mayor cantidad
de mujeres ocupen un lugar en el Congreso de la Unión en México.
En marco de la actual instalación de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión
Por primera vez la presencia de las mujeres en el Congreso será la mayor de todas
las legislaturas en la historia, del país. En San Lázaro, 36.8% con 184 mujeres de
500 de los legisladores serán mujeres con 50 diputadas federales más que en la
legislatura anterior y en el Senado, 33% con 42 mujeres de 128. La representación
de las mujeres creció 10% en la Cámara de Diputados y casi 18% en la de
Senadores. Lo cual representa un desafío no sólo para mantener lo alcanzado, sino
para crear e implementar los cambios necesarios para que superen las metas para
las generaciones futuras.
Este incremento del número de mujeres que nos representan en las Camaras altas
y bajas es resultado del respaldo legal del Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación, a través de la sentencia histórica de noviembre de 2011, donde se
obliga a los partidos y coaliciones con independencia del método de selección que
utilicen a cumplir el 40 por ciento de espacios destinados a mujeres, y que las
suplencias sean del mismo sexo, lo que pondrá fin al fenómeno de las Juanitas así
es que, queda claro que cuando la ley garantiza los derechos de las mujeres se
pueden alcanzar avances muy significativos
Es pertinente recordar la reflexión que en 1998 hacía el profesor de política
económica Francis Fukuyama: “Las mujeres van a llegar a ocupar puestos de
liderazgo mundial en una época en que los jóvenes más guerreros representarán el
mayor peso demográfico en los países más pobres.”
El reto, es avanzar en la agenda de género. Sin duda, todavía existe un largo trecho
para hacer posible otro modo de ser ciudadanos y ciudadanas y con ello seguir
construyendo democracia. Por ello, insisto, será fundamental impulsar los cambios
a las legislaciones electorales locales para armonizarlas con la legislación federal,
así como conseguir de las autoridades electorales estatales los compromisos
correspondientes para garantizar los derechos políticos y electorales de las mujeres,
y en el ámbito público un cambio institucional impulsado por la convicción y voluntad
política del Gobernante.
Se requiere incorporar la perspectiva de género en el diseño, formulación,
programación, implementación, seguimiento y evaluación a las obligaciones del
Estado mexicano en materia de políticas públicas en ámbitos como:
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