diálogos Digital Julio 2014 | Page 32

Una historia de lucha: la mujer y la política A la democracia, para ser real, siempre le ha faltado un elemento básico: la mujer adecuadamente representada. Cuando las mujeres ganaron la batalla por el derecho al voto el acceso de la mujer a la política empezó a construirse abriéndose camino para lograr igualdad en México. A 53 años nos encontramos muy lejos de cumplir los Objetivos del Milenio (ODM) previstos para 2015 en los cuales considera a la participación política de las mujeres como un factor central para el desarrollo. Pese a todos los esfuerzos, la desigualdad entre hombres y mujeres persiste. La ausencia de la equidad las excluye de los espacios de toma de decisiones, sabemos que las mujeres no intervienen en las decisiones políticas ni acceden a cargos de poder en la misma forma que los hombres. Es muy destacada en el discurso político. Sí. Les encanta hablar de la mujer. De su empoderamiento. Siempre y cuando no se trate de ejercer el poder y; aunque en el discurso pregonen que luchan por el ascenso de la mujer en la política, lo cierto es que aún queda mucho camino por recorrer. Hay que señalar que la participación femenina en política se ha incrementado, pero continúa siendo proporcionalmente baja. Si el principio de no discriminación es uno de los pilares de los derechos de la persona ¿por qué en materia política se produce tal discriminación? La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de 1979 y diferentes instituciones nacionales e internacionales como el Instituto Nacional de las Mujeres, se han preocupado por otorgar mayor apoyo institucional a las mujeres con el objetivo de compensar los efectos de la exclusión en la participación. La democracia es un valor fundamental de los estados que requiere una participación y una representación igual de los ciudadanos de ambos sexos en la toma de decisiones, en la economía y en la vida social, cultural y civil. En este sentido, las mujeres todavía tenemos muchos escalones por subir. La sociedad debe desprenderse de los roles discriminatorios que todavía subyacen en ella y adoptar medidas que favorezcan la participación política de estas. Una mayor participación de mujeres en la política fortalece la democracia, en la medida en que implica aceptación de la diversidad y obliga a ejercitar la tolerancia para aceptar enfoques y estilos diferentes. El acceso de las mujeres a la política no ha sido fácil y más cuando su espacio ha sido considerado por excelencia, masculino. Para la gran mayoría de los hombres, la incursión de las mujeres en los puestos de decisión en la política, han sido considerados como una "invasión a sus territorios". Es importante entender que el 32