Iglesia
SAN FRANCISCO
FICHA INFORMATIVA:
Ubicación:
Plaza de San Francisco, calles Cuenca
4-77 y Bolívar.
Fecha de construcción:
1535, 1537 – 1569, construcción iglesia.
Siglo XVII, reconstrucción tras los terremotos.
Autores:
frailes flamencos Jodoco Ricke, Pedro
Gosseal y Pedro Rodeñas, al franciscano
quiteño Pedro Rodríguez, Sebastián Dávila en lacería y artesonado mudéjar.
Participación indígena de Jorge de la Cruz
y su hijo Francisco Morocho de la escuela franciscana. Fray Francisco Benítez
(artesonado), Fray Antonio Rodríguez (siglo XVII).
Fecha de restauración:
1893 (reconstrucción torres), 1984 – 1995
(restauración).
Función:
culto, iglesia.
S
an Francisco, el más imponente monumento arquitectónico
quiteño. ofrece a la admiración del visitante templo, capillas
y convento. El conjunto, que abarca casi dos manzanas
completas y se yergue sobre amplísima explanada de piedra, tiene
tanta grandeza que Ernesto La Orden lo llamó “Escorial sobre los
Andes”.
La construcción de templo y convento la comenzó fray Jodoco
Ricke, a poco tiempo de fundada la ciudad, en 1536, y fue obra
de arquitectos y talladores como fray Francisco Benítez, quien
asumió la obra en el último cuarto del siglo XVI y la remató en
1605. (Y talló la sillería e imágenes del coro). Fachada de templo
y convento se alzan sobre amplio atrio que corre de extremo a
extremo de la plaza, alto de zócalo, todo de piedra, solo roto al
medio para dar acceso desde la plaza por hermosa escalinata
pétrea de doble abanico.
La fachada de la iglesia es severa, dentro de los cánones
renacentistas del neoclasicismo grecorromano. De sus dos
cuerpos, el primero tiene un orden de columnas dóricas asentadas
sobre sólidas bases que se confunden con el zócalo; el superior
tiene columnas -un cuarto más pequeñas jónicas. Apenas hay
decoración: sólo el cordón franciscano que envuelve, como
moldura, el gran ventanal de encima de la puerta principal; las
estatuas de San Pedro y San Pablo, a uno y otro lado de la misma
ventana y más arriba un Cristo, todo en piedras de bella factura.
Al entrar en la iglesia se queda debajo del nártex, de cielo raso bajo
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adornado por pequeñas telas pintadas, enmarcadas y rodeadas
por alegre conjunto ornamental de caras de ángeles y flores,
todo de, gusto italianizante. La