dije que solo estaba así porque me había llegado, él no le tomó importancia
y se acostó a dormir ya que al otro día madrugaba muy temprano a trabajar
porque estaba del turno de 6 a 2 de la tarde. Mi papá siempre ha sido un
hombre de sueño pesado, así que no me oía cada que entraba al baño, esa
noche tenía muchas ganas de orinar, pero cada vez que orinaba sangraba
como hemorragia y me daba miedo entrar al baño. Así que a veces me
aguantaba y el dolor era cada vez más intenso, me tomé muchas pastas y no
me pasaba, lloraba desconsolada del dolor tan fuerte tapándome con la
almohada de mi cuarto para que mi papá no me escuchara, mi novio me
llamaba mucho, pues no podía hacer nada más que eso, yo le contestaba y le
decía que no aguantaba más, y le colgaba cada vez que quería ir al baño, me
decía que le contaría a su mamá y yo con el temor le dije que no, que por
favor no lo hiciera ya veríamos qué mañana, que solo tenía miedo por ese
bebé y le colgué. Ya después eran como las diez de la noche y fui al baño a
orinar de nuevo, pero esta vez hice fuerza porque sentí la necesidad.
Cuando la hice salió de mí una pequeña bolita que parecía piquis pero
estaba muy llena de sangre así que no se podía ver bien, pero al expulsar esa
bolita me sentí mucho mejor, me sentí muy débil pero mucho mejor, al
momento reaccioné y le tomé una foto por el temor de que él no me creyera
y me armara pelea o algo así, bajé la cisterna con gran dolor en el corazón
porque yo pensé de una, que había abortado a ese bebé, me culpé mucho y
empecé a tomar muchas pastas de acetaminofén para que me pasara el dolor
y en vez de eso me causó mucho sueño y me acosté en mi cama, cuando vi
el celular, tenía muchas llamadas perdidas de él, lo llamé y le conté llorando
pero muy cautelosa de que mi papá no se diera cuenta, él no sabía cómo
apoyarme, pero también estaba muy triste, al otro día aún me dolía el