Directorio Camacol 2019 DIC2019 | Page 3

En la lectura prospectiva del sector edificador para el año 2019 se deben tener en cuenta varios factores. En primer lugar, están las condiciones del contexto económico previsto para el país y la economía. El escenario de crecimiento económico proyectado para 2019 señala una variación del PIB de 3,3%, cifra que supera el 2,6% estimado para el cierre del 2018. Esta aceleración en la dinámica de crecimiento del país se traducirá en mayor generación de empleo y el despegue en los componentes de consumo e inversión, así como el repunte de varios sectores productivos. A nivel sectorial se evidencian señales muy favorables en materia de crecimiento, con repuntes en sectores claves para la sostenibilidad del empleo como el comercio y la industria, a tasas de 5% y 3% respectivamente. Más signos adhieren a un escenario de repunte en la actividad económica, como la demanda de energía, la confianza del consumidor y los tipos de interés, lo que configura una atmósfera de optimismo para prever el 2019. En materia de construcción, después de un año y medio de ajustes sucesivos, las nuevas condiciones no se alejan de una lectura positiva. Actualmente, los niveles de tasas de interés hipotecaria están históricamente bajos, hay un tendencial y positivo dinamismo en la intención para la compra de vivienda en las ciudades del país, se mantiene activo el canal de crédito, la demanda de vivienda repunta cuando la economía da señales de recuperación, y si eso conlleva a una mayor generación de empleo, ojalá formal, la recuperación de la construcción se puede materializar sin contratiempos. Sin embargo, no se pueden dejar de lado los temas importantes y urgentes para hacer realidad esas expectativas. Por un lado, se requiere que los programas de vivienda social sigan imprimiendo dinamismo para las 7 de cada 10 viviendas sociales que hoy dependen de los subsidios. Así mismo, es necesario que el marco de mecanismos que rodean el desarrollo, comercialización y financiación de la vivienda social sigan vigentes, ya que además de su meritorio efecto social y económico, son coherentes con las prioridades de gasto social del país. A lo anterior, hay dos factores concretos que podrán aportar mucho al contexto de recuperación del sector. El primero es la seguridad jurídica. Es cada vez más frecuente que los proyectos en construcción se vean afectados por decisiones administrativas o judiciales que ponen en riesgo su desarrollo. El segundo es la eficiencia regulatoria. La carga de trámites complejos y normas desarticuladas restan dinamismo y competitividad al sector. Con acciones de política pública en esta dirección, y aprovechando las mejores condiciones de mercado, podemos hacer de 2019 un año de crecimiento, y en eso estaremos enfocados desde el Gremio. En ese contexto llega la edición N.41 del Directorio de la Industria de la Construcción, que contiene más de 20.000 empresas de todas las ramas industriales, comerciales y de servicios relacionadas con la cadena de valor de la construcción en Colombia. Esta publicación constituye una herramienta estratégica para todos los actores. Los invitamos a consultar esta nueva edición.