“el menor, una joven de 16 años antigua alumna del instituto y cuatro o cinco alumnos más que le mandaban mensajes con palabras tales como: zorra, guarra, puta, repitiendo estas palabras una y otra vez; también le llamaban de números ocultos” (s. p).
El día antes de su muerte, según lo que cuentan sus padres, la joven estaba muy tranquila, aunque por la tarde habló con su supuesto acosador al salir de estudiar. A sus padres no les dijo nada, ella se acostó a las diez de la noche y se despertó a las siete de la mañana como siempre. Un cuarto de hora después, preparó su maleta, y salió para la escuela.
Los padres de la menor citados por (Álvarez y Silio, 28 mayo de 2015) cuentan el desalentador relato:
“Escuché un golpe, Más o menos a las 8:05 llamó una vecina: “¡Baja, baja!”. Vi a mi hija, la mochila se había quedado en la primera planta”, cuenta el padre. La ambulancia se llevó a la menor. “Subí a casa, levanté a mi mujer. El niño estaba llorando arriba”, prosigue el padre.
“¡Vane, la niña, la niña!”, le dijo. Ella pensó que la había atropellado un coche. Se puso la chaqueta encima del pijama. Se fueron al hospital Doce de Octubre. Sigue la madre: “Salió en una camilla y me la metieron en la UCI. No me dejaban entrar. Los médicos me dieron la noticia de una manera muy bruta. Me dijeron que fue un paro cardiaco y que no resistió”. (s. p).
Desde esa mañana, la madre no ha podido volver a su casa. Han retirado las fotografías de la menor del salón y apenas miran noticias. Accede a una entrevista con EL PAÍS con dos condiciones: se niega a referirse al chico que supuestamente acosó a su hija y que antes era su amigo. Da permiso para que se ponga el nombre de Arancha, pero la segunda condición es que no se reproduzca su foto
El ciberbullying es solo uno de los delitos informáticos que encontramos a diario, existen muchos más, entre los cuales tenemos:
Phishing: es utilizado para referirse a uno de los métodos más utilizados por delincuentes cibernéticos para estafar y obtener información confidencial de forma fraudulenta como puede ser una contraseña o información detallada sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria de la víctima.
El estafador se hace pasar por una persona o empresa de confianza en una aparente comunicación oficial electrónica, por lo general un correo electrónico, o algún sistema de mensajería instantánea. (Rivero, 2004).
Vishing: se trata de un ciberdelito que ofrece a la víctima un número de teléfono al que comunicarse, los ciberdelincuentes hacen uso de una Voz IP o voz automatizada que se hace creíble porque es muy similar a las utilizadas por las entidades financieras. Lo que solicita esta voz grabada es el número de cuenta, de tarjetas de crédito, su fecha de expiración, claves o nombre de usuarios para completar el engaño. (Confirma sistemas, s. f).
Pharming: constituye otra forma de fraude en línea, muy similar a su pariente, el Phishing. El Pharming redirige a sus víctimas al sitio Web falso, incluso si escriben correctamente la dirección Web de su banco o de otro servicio en línea en el explorador de Internet y así obtener todos sus datos personales. (Symantec s. f).
Grooming: los adultos se hacen pasar por menores en Internet o intentan establecer un contacto con niños y adolescentes que dé pie a una relación de confianza, pasando después al control emocional y, finalmente al chantaje con fines sexuales. (IS4K, s. f).