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LOS CAMBIOS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y LA IMPORTANCIA DE LA EVOLUCIÓN DE SU DIDÁCTICA
Según el Diccionario de la Real Academia Española, el término “didáctica” se refiere a:
1. adj. Perteneciente o relativo a la enseñanza.
2. adj. Propio, adecuado para enseñar o instruir. Método, género didáctico Obra didáctica
El término Didáctica nace de la obra de Juan Amós Comenio titulada <<Didáctica Magna>> y publicada en 1640, donde se le reconoce como rama de la pedagogía y como ámbito que se dedica a organizar las reglas metodológicas para hacer que la enseñanza sea más eficaz (Moreno, 2011). Así, con Comenio comienza la construcción de la organización Didáctica en el ámbito educativo y se comienzan a crear métodos específicos para cada materia (Moreno, 2011). Así la didáctica ha ido evolucionando con el transcurso de los años junto con el desarrollo y la implementación de nuevos métodos de enseñanza y enfoques educativos. Podemos observar cómo la didáctica de la educación tradicional conductista es diferente a la implementada en las escuelas pertenecientes al movimiento de la escuela activa o escuela nueva o bajo la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner (1993;1998) y de la inteligencia emocional de Daniel Goleman (1996). Así es como también se exige una nueva metodología y didáctica en los diferentes niveles de educación: siendo el mismo tema visto en educación primaria y en la educación superior, no podría ser igual su aplicación, su enseñanza ni su profundidad. Por eso también sería diferente su didáctica. Pero si la Educación Superior ha cambiado desde sus orígenes, ¿por qué ha sido tan lenta la evolución de su Didáctica? Y ¿qué es lo que tanto dificulta la didáctica en las universidades?
Desde los orígenes de la Universidad se le ha dado más importancia que a los niveles de educación más bajos, pero hasta hace solo algunos años, su importancia se ha centrado en los conocimientos propios de la materia a estudiar y su método ha sido la memorización y la reproducción uno a uno de los conocimientos. Con las nuevas exigencias académicas sobre el modelo por competencias y la aplicación más no la reproducción de los conocimientos, la forma de la universidad ha cambiado drásticamente. Algunos otros retos que menciona el Dr. Tiburcio Moreno Olivo en su artículo publicado en el año 2011 en la Revista Perspectiva Educacional titulado Didáctica de la Educación Superior: nuevos desafíos en el siglo XXI, son: la sobrepoblación de las aulas a causa de la democratización de los sistemas educativos; la diversidad del alumnado a causa de la globalización, migración, intercambios, etc.; la fragmentación del currículo, es decir, aplicación de cursos, talleres, conferencias, practicas y clases que no están en el plan de estudios obligatorios; las condiciones laborales del profesorado, es decir las instalaciones ofrecidas por la institución y su imposición para el ejercicio de metodologías activas (Moreno Olivo, 2011).
Por estas razones, es por lo que la didáctica en los centros educación superior debe ser renovada o desarrollada para que pueda cumplir con las exigencias contemporáneas propias de la educación superior. Según Perrenoud, el desarrollo de competencias no significa de ningún modo darle la espalda a los saberes, sino que junto con la adquisición de conocimientos y el aprendizaje del contenido formal, debe ser incluido el desarrollo de habilidades, disposiciones, actitudes y valores en el alumnado para que los conocimientos puedan ser aplicados para resolver problemáticas reales y actuales (Moreno Olivo, 2011). Pero ¿cómo se logra esto? A través de nuevas estrategias de enseñanza-aprendizaje que se han implementado ya en escuelas de educación primaria y secundaria: el aprendizaje basado en problemas, el método de proyectos, el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje por descubrimiento, el estudio de caos, los incidentes críticos, entre muchos otros. Así como también la implementación de recursos didácticos y la utilización de las nuevas tecnologías como fuente de investigación (Moreno Olivo, 2011). En el caso de las evaluaciones, a causa de la fragmentación del currículo que se explica anteriormente, deberían ser contadas para la evaluación algunos cursos o talleres externos al programa obligatorio e incluso las prácticas, el trabajo, el servicio social como evidencia de participación e interés en la materia de estudio, esto también favorecería en la motivación del educando.
Es por esto que coincido con el Dr. Moreno Olivo en cuanto a que hay que evolucionar el método didáctico no solo en la educación básica, sino también y con mayor énfasis en la educación superior.
BIBLIOGRAFÍA
Oliva, T. M. (2011). Didáctica de la Educación Superior: nuevvos desafíos en el siglo XXI. Perspectiva Educacional .