LA LEY DE LOS TRES ESTADOS.
Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en el
individuo como en la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de la filosofía
positiva, es, a la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la historia. Estos tres
estados se llaman:
Teológico.
Metafísico.
Positivo.
Estado Teológico:
Es ficticio, provisional y preparatorio. En él, la mente busca las causas y los principios de las
cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres fases distintas:
Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico o divino.
Politeísmo: en que la animación es retirada de las cosas materiales para trasladarla a
una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta un grupo de poderes: las
aguas, los ríos, los bosques, etc.
Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos poderes divinos quedan reunidos y
concentrados en uno llamado Dios.
Teológica: Da explicaciones simples de los fenómenos naturales como la lluvia, el trueno, la
fertilidad o el viento creando dioses para explicarlos (Dios de la lluvia, Dios del trueno, etc.).
En este estado, predomina la imaginación, y corresponde a la infancia de la humanidad. Es
también, la disposición primaria de la mente, en la que se vuelve a caer en todas las épocas,
y solo una lenta evolución puede hacer que el espíritu humano de aparte de esta concepción
para pasar a otra. El papel histórico del estado teológico es irremplazable.
Estado Metafísico:
O estado abstracto, es esencialmente crítico, y de transición, Es una etapa intermedia entre
el estado teológico y el positivo. En el se siguen buscando los conocimientos absolutos. La
metafísica intenta explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas. Pero para ello
no recurren a agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas que le confieren su
nombre de ontología. Las ideas de principio, causa, sustancia, esencia, designan algo
distinto de las cosas, sí bien inherente a ellas, más próximo a ellas; la mente que se lanzaba
tras lo lejano, se va ac \