Diario de Viaje - Buscando Fondos para Goga clone_Propuesta de Venta | Page 3

Fue un mes regido por llaves que se abrían y cerraban.

El gran dueño era el señor Reloj acompañado por muchisimas llaves que abrían y cerraban espacios. A las 8 había que despertarse, desayuno (el mismo todos los días). Recién a las nueve se abrian las puertas que llevaban al patio. Ahí se podía fumar (cigarrillos) que gentilmente te prendía un AT (ayudante terapeutico). Agradezco a todos los AT que diariamente me prendían 30 cigarrillos... Es que uno no podía tener encendedor, tampoco cordones de zapatos, ni cinturones; no sea que tuviese la idea de suicidarse. Toda prevención es poca.

Despues venía una actividad que podía ser gimnasia, psicodrama, musicoterapia, yoga, pintura y terapia grupal. A las 12,30 el almuerzo... entonces se cerraban las puertas que daban al patio y a las habitaciones. Después venía la siesta, más actividades y a las 17 hs. venían las visitas hasta las 18,30. Otra actividad y a cenar. Podías quedarte boludeando hasta las diez y media o quedarte hablando por telefono... Un telefono para 18 pacientes. Diez y media en punto puertas que se cierran y a la cama. Así día tras día.

Entre los compañeros habían piromanos, depresivos, cocainomanos y quien les habla, unos bipolares....

Ese fue mi primer mes en Buenos Aires. Habían días que uno podía salir, siempre y cuando uno vaya acompañado bajo firma certificada.

Los primeros días era un refugio hasta que acercandose al mes ya se tornaba medio un embole. Tenía a mi disposición una cantidad enorme de remedios que poquito a poquito me fueron sacando esa angustia tremenda con la que llegue. Tal vez un signo de mejoría fue la firma del compromiso de la Universidad de Rio Negro de terminar con Goga. Y el otro que ya estaba realmente embolado de estar allí. Había llegado al 50% de la mejoría. Parece poco pero si les digo lo que era el 100%, un cincuenta era bastante.

El día antes del alta ya tenía los huevos por el piso. Menos mal que un día antes, entre los cortes de luz que azotaban a Buenos Aires comenzó a aparece un olor a quemado en el neuropsiquitrico que hizo que hubiese una evacuación de locos. Algunos fueron a otra clinica, y a mi me adelantaron un día la salida.

Libre. Libre y embolado. A un depresivo le cuesta mirar televisión, le cuesta leer, le cuesta escuchar música. Todo cuesta. Pero como decía, pagaba la obra social.

Era hora del Hospital de Día. Para que un Hospital de Día... Para juntarse con otros depresivos y embolarse aún mas. Todos los días de 14 a 19 hs. Ahora sí que estoy con ganas de curarme... pero la verdad que ando perdido porque no tengo idea como sigue el camino de mi vida. Se terminará Goga? Me convertiré en un aburrido sin proyecto?

Lo más concreto es que voy a cumplir 63 años. Les parecera mentira pero a nivel psicologico hay una gran diferencia entre tener 62 y tener 63. No me pidan explicación porque como Bipolar puedo decir cualquier cosa. Tal vez el 26 de enero, fecha de mi cumple, encuentre una explicación.