agua y nutrientes, ayudando a la formación del suelo y por ende mejorando la condición para el establecimiento de la agricultura.
Entre los factores que afectan la calidad y cantidad de la materia orgánica en el suelos tenemos: el clima, la humedad del suelo, la textura y el drenaje, el tipo de vegetación, el relieve, la naturaleza del material primario, el tiempo y el manejo agrícola y el laboreo. Veamos pues, como estos factores determinan la formación del suelo y por consiguiente la cantidad y calidad de la materia orgánica. El clima con sus dos grandes componente la temperatura y la precipitación influyen en los procesos de producción de materia orgánica por el crecimiento vegetal y en la destrucción de materia orgánica a través de la descomposición microbiana, un ejemplo de ellos es en los suelos cálidos y con poca precipitación, la mineralización es acelerada, por lo que la liberación de nutrientes es rápida, mientras que en los climas fríos con abundante precipitación la acumulación residual de materia orgánica es baja. Mientras que la humedad del suelo ejerce también una influencia en el contenido materia orgánica de los suelos aumenta a medida que crece la humedad efectiva. En cambio la textura del suelo y el drenaje son responsables de diferenciar el contenido de materia orgánica dentro de un paisaje de un área determinada. Los suelos con alto contenido de arcilla y limo tienen más materia orgánica que los suelos arenosos, por tener la capacidades de retener nutrientes y agua superiores,