Concepción aristotélica-ptolemaica
La concepción aristotélica del cosmos es integra, ordenada y con una lógica interna. Veamos en la siguiente enumeración sus características más importantes.
● Finito. Para Aristóteles infinito es sinónimo de incompleto y todo lo que no está completo carece de orden. El cosmos sería por tanto finito.
● Eterno. El cosmos no puede tener un origen temporal porque, entonces, provendría de la nada. Esto para Aristóteles es imposible.
● Pleno. No existe el vacio. El vacio sería el no-ser y el no-ser no es por tanto no puede existir.
● Geocéntrico y geoestático. La tierra es el centro del universo y está quieta. Todo gira alrededor de la tierra.
● Dotado de movimiento. Cosmos orden dinámico. Todo tiene su causa. Movimiento como paso de la potencia al acto.
● Dividido en dos regiones: Sublunar, del centro de la tierra hasta la Luna. Formado por los 4 elementos, tierra, agua, aire y fuego. Regido por las cuatro causas de Aristóteles.
Supralunar, de la Luna hasta las estrellas fijas. Compuesto por éter, se rige por la causa eficiente y los movimientos son circulares perfectos y eternos.
Concepción ptolemaica.
La concepción ptolemaica es claramente continuista con respecto a la aristotélica. Constatar que añade gran cantidad de datos fruto de la observación del propio Ptolemeno. Además Ptolomeo también recogió las observaciones de Hiparco, las cuales ya eran bastante completas para la época. Pero las aportaciones fundamentales de Ptolomeo descritas en su Almagesto en el s II d. C se basan en dicha observación, pero también en cálculos matemáticos innovadores. Recordar que fue el paradigma que se utilizo para explicar el mundo durante 1400 años, incluso Colón utilizo cartas de navegación basadas en el sistema ptolemaico. Veamos las aportaciones fundamentales:
● Epiciclos. Órbitas por donde giran los planetas. Explican las variaciones de velocidad y dirección de algunos planetas. Por ejemplo Venus.
● Deferente. Órbitas en las que giran los epiciclos.
● Ecuante. Punto distinto de la tierra y del centro del deferente, respecto de cual el movimiento del planeta permanece constante a lo largo de su trayectoria.
Nicolás Copérnico.
Heliocentrismo.
Nicolás Copérnico publicó en 1543“ Sobre la revolución de los orbes celestes”, obra que se convertirá en la propuesta definitiva de un modelo heliocéntrico del universo. Este hito supuso el inicio de dicha revolución científica. Estas son las características más destacadas del universo copernicano:
● El Sol permanece estático y situado en el centro. Los planetas giran a su alrededor.
● La Luna gira alrededor de la Tierra con un periodo de revolución de 28 días.
● Permanecen las estrellas fijas en el cielo donde se encierra el sistema copernicano.
● Las órbitas de los planetas son circulares y, como en el modelo geocéntrico, se precisa de las órbitas excéntricas, los deferentes y los epiciclos para dar cuenta de las posiciones de los planetas.
El desplazamiento de la Tierra de su posición central cambió la concepción general del mundo y del papel del ser humano, que a partir de ese momento ya no gozará de la posición privilegiada que le asignaba el modelo geocéntrico.