La interacción alma-cuerpo.
La distinción entre res cogitans y res extensa es clara. No obstante con la figura del hombre resurge la
problemática inicial del dualismo. Es decir, el hombre es cogito y extensión al mismo tiempo. ¿Cómo se
comunican entre sí el alma y el cuerpo? ¿es posible solucionar el dualismo sin dejar refutado el sistema
cartesiano? Descartes es muy claro de dicha dicotomía en sus Meditaciones.
“puesto que por una parte tengo una idea clara y distinta de mí mismo,
según la cual soy algo que piensa y no extenso y, por otra parte, tengo
una idea de distinta del cuerpo, según la cual éste es una cosa
extensa, que no piensa, resulta cierto que yo, es decir, mi alma, por la
cual soy lo que soy, es entera y verdaderamente distinta de mi cuerpo,
pudiendo ser y existir en otro cuerpo”
Descartes. Meditaciones, VI
Al alma sólo pertenece el pensar, mientras que el cuerpo, al ser su
atributo de extensión, solo podrá modificarse por figura y movimiento.
El cuerpo, se reduce así, a una máquina regida por las leyes de la física. La vida se reducirá a movimiento
mecánico; en particular, en los animales que carecen de alma y pensamiento.
En el particular caso del hombre, Descartes tiene que superar por algún camino esta radical separación. Y lo
hace manteniendo que el alma está verdaderamente unida a todo el cuerpo, aunque luego la localiza en la
glándula pineal como su sede, desde donde ejerce sus funciones. Gracias a la presión mecánica que sobre la
glándula ejercen los espíritus vitales o partículas muy sutiles que se mezclan con la sangre, el alma recibe las
impresiones o imágenes procedentes de los órganos modo recíproco, por la actuación de la glándula sobre esos
espíritus modifica los músculos y provoca el movimiento del cuerpo. Esta interacción, para Descartes es claro
que es el alma quien siente, no el cuerpo, aun cuando las ideas sean ideas confusas, maneras confusas del
pensar. Es el alma quien recibe o sufre las pasiones (deseo, tristeza, alegría, admiración, odio...) que Descartes
explica en tono mecanicista.
3.6. Conclusiones
A modo de conclusión observemos finalmente la diapositiva siguiente, en dicha diapositiva explicada en clase
observamos cómo la confluencia de conceptos cartesianos funciona. Las sustancias o ideas innatas de
Descartes son 3, Dios, hombre y materia. Cada una de estas sustancias tendrá asignado un atributo
característico de la misma, es decir el atributo característico de Dios será el pensamiento perfecto e infinito (lleno
de bondad, calculador, ordenado). El atributo característico del hombre será el pensamiento finito (igual que el de
Dios pero imperfecto y limitado). Finalmente el atributo de la res extensa o del mundo sería precisamente la
extensión de la propia materia (con las características particulares que hemos explicado anteriormente).
En cuanto a los modos y su relación tanto con las ideas innatas de Descartes, como con los atributos del mismo,
Descartes los relaciona basándose en los modos de presentación al sujeto que experimentan. Es decir, tanto al
hombre como a Dios sus formas de presentarse son mediante los pensamientos o voliciones (los del hombre