BIEN
Previas clandestinas
EL LADO OCULTO DE LA
DIVERSIÓN Cada fin de semana se multiplican las fiestas donde los jóvenes se alcoholizan y ponen en riesgo su vida. Además quedan expuestos a estafas y a los peligros de la noche.
Sin medir los riesgos a los que se exponen, los adolescentes caen en una mezcla explosiva: las previas, generalmente clandestinas. Lejos de ser una simple reunión entre amigos, estas fiestas improvisadas suelen terminar en excesos de alcohol, desmayos, peleas e incluso internaciones hospitalarias. El atractivo de lo prohibido y la falta de regulación convierten a estas reuniones en un problema social que crece sin control.
Alcohol y descontrol la amenaza para los jóvenes
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En distintos puntos alejados de la ciudad, y especialmente durante los fines de semana, jóvenes de entre 14 y 18 años se organizan para reunirse en salones clandestinos, sin supervisión adulta para beber alcohol de manera desmedida. Lo que comienza como una simple fiesta de adolescentes, en muchos casos, termina en situaciones de violencia, intoxicaciones y accidentes.
Una escena que se repite cada fin de semana
Tentados por las historias que ven en Instagram, caen en la trampa de comprar entradas( sin devolución en caso de suspensión). Pueden llegar a pagar entradas que van desde los 5 mil a los 8 mil pesos. El modo en que se realizan estas previas responde a una lógica de clandestinidad: desde la promoción en la red social que es privada, predios sin autorización, sin controles y sin límites claros. Los adolescentes suelen conseguir bebidas que camuflan en envases plásticos, muchas veces a través de adultos que se las compran. De ese modo logran transgredir cualquier requisa que pudiera intervenir en el lugar.