DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 650

Salvador Borrego frecuencia se impone en decisiones importantes, pero aún se encuentra lejos de avasallar íntegramente a los pueblos occidentales como lo hace el judaísmo marxista con los pueblos orientales. Durante 1949-1950 ocurrió en Estados Unidos una vigorosa reacción de las fuerzas auténticamente enemigas del marxismo. Entonces los traidores tuvieron que ceder terreno, hacer concesiones y volverse más cautos, pero de ninguna manera fueron vencidos. A partir de 1956 volvieron a lograr considerables avances y en 1959 los ministros soviéticos Anastas Mikoyan (judío armenio) y Kozlov, pudieron realizar giras de propaganda en Estados Unidos, utilizar la radio y la televisión y anunciar el futuro triunfo del marxismo. Mikoyan fue públicamente agasajado por los magnates israelitas de Wall Street, ante el azoro de quienes aún no comprenden que el supercapitalismo judío y el comunismo israelita son la misma cosa, con la diferencia de que en el Estado comunista los jefes hebreos controlan — ya sin excepción y sin límites—- todos los capitales y todos los recursos económicos. Ante los agasajos dispensados a Mikoyan, el cardenal Richard Cushing declaró en Boston (enero 11 de 1959) que era una vergüenza recibir festivamente a "ese servidor sangriento de los crímenes de Stalin y de Krushchev mientras se vuelve la espalda a los pueblos esclavizados por ellos". Poco después el propio Krushchev fue recibido en triunfo por Eisenhower y Rockefeller. Y para arrullar en su ensueño al Occidente, viajan también el Conjunto de Danzas y Canciones Soviéticas, del judío Moiseev, y el Ballet Bolshoy, del judío Messerer, que por cierto despierta apasionados elogios con plagios artísticos de rumanos, húngaros y polacos. Desde 1962 hay una renovada acción de los movimientos patriotas americanos, con fuertes grupos del Pentágono (fuerzas armadas), del Senado, de la Cámara de Representantes y de la opinión pública en general, pero aún no logran sobreponerse a la vasta red de organizaciones de traidores, que son numerosísimas. Tan sólo de judíos hay seis mil agrupaciones, unas secretas y otras no, que se infiltran en todas las actividades. Por ejemp lo, la Asociación Nacional Para el Progreso de los Hombres de Color es dirigida por los judíos Arthur Springarn, Jack Greemberg y Kevie Kaplan, ayudados por Maslow, del American Jewish Congress, por Edwin Lukas, del American Jewish Commitee, y por sus congéneres los escritores Walter Winchell, Michael Gold, Waldo Franck, David Gilson, Albert Harper, Robert Nathan y otros muchos. No obstante que en el barrio neoyorkino de Harlem los negros tienen un alto ingreso económico y gozan de toda clase de garantías, el líder Leví Laub ha venido agitándolos y lanzándolos a cometer tropelías. El grupo del extinto "Malcolm X" pretende abiertamente que se constituya un Estado Negro quitándole territorio a Estados Unidos. Toda esa gente ha venido agitando con la "fusión racial" porque ha visto en los 22 millones de negros residentes en Estados Unidos un magnífico instrumento perturbador, y han contado con la ayuda de Earl Warren, presidente de la Suprema Corte de Justicia, 650