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DERROTA MUNDIAL
En vísperas de la invasión aliada de Francia, "Los Angeles Examiner" reveló el 6 de
abril de 1944 que Roosevelt y Churchill habían trazado un "Plan Estadounidense Para el
Gobierno del General Charles de Gaulle de la Francia Libre" y que Stalin lo había
aprobado. Se trataba de empujar gradualmente a Francia hacia la órbita procomunista.
Sometido a ese plan, De Gaulle regresó a Francia detrás de las tropas aliadas y recibió
el Poder. No movió entonces ni un dedo para salvar a compatriotas suyos que estaban
siendo asesinados. Los "maquis", en su mayoría guerrilleros comunistas, asesinaron durante
la "liberación" a 105,000 franceses, entre los que englobaban a colaboracionistas,
nacionalistas y anticomunistas patriotas. (Los alemanes habían sido menos mortíferos, pues
en la guerra que Francia les declaró el 3 de septiembre de 1939 habían muerto 70,000
franceses).
Posteriormente De Gaulle traicionó a sus compatriotas del "Movimiento de Salud
Pública", que lo habían restituido en el Poder, y los disolvió y encarceló. A continuación le
negó apoyo al partido francófilo de Messali Hadj, en Argelia, y entregó Argelia a los rojos
de Liberación Nacional, no obstante que había jurado todo lo contrario.
Más tarde De Gaulle rompió con su antiguo aliado de guerra, Chiang Kai Shek, y
reconoció a China Comunista. Así mismo concedió créditos para ayudar a la URSS y a
Castro Ruz. Y bajo una falsa "reconciliación" apoyó en Alemania a un movimiento de
acercamiento con el bolchevismo.
En toda su carrera política De Gaulle ha tenido el apoyo del grupo judío Rothschild,
que junto con poderosas logias masónicas y monopolios plutocráticos integra en París un
mando secreto llamado Sinarquía . Este mando tiene por objeto tender redes de una
presunta "tercera posición" para atraer a países occidentales hacia una gradual identificación
con el marxismo, e incluso para deformar a la Iglesia Católica y trata de diluirla en un
"nuevo catolicismo" que vaya rompiendo la tradición de dos mil años y que en vez de ser un
valladar ante el sueño judío de dominación mundial se convierta en auxiliar suyo.
QUEMOY.—En agosto de 1958 los chinos rojos iniciaron el bombardeo de las islas
Quemoy, ocupada por Chiang Kai-Shek. Y como era usual cada vez que había una agresión
marxista, Eisenhower anunció una aparatosa movilización de barcos, aviones y tropas; todo
aparentaba que iba a reforzar a su aliado Chiang, anticomunista, pero en realidad resultó
todo lo contrario. Después de dos meses de tortuosas manipulaciones, encubiertas con
frases engañosas, Mr. Dulles declaró (23 de octubre de 1958) que "Estados Unidos no
atacará a China comunista ni tolerará que sea atacada". A la vez obligó a Chiang, es decir, al
agredido, a retirar tropas de las islas Quemoy, último estriberón utilizable para liberar a
China. (En febrero de 1955 ya se le había obligado a retirarse de las Islas Tachen).
Y así se afianzó la dominación marxista sobre más de 600 millones de asiáticos, que
son la cuarta parte de los habitantes del mundo.
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