DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 609
DERROTA MUNDIAL
asimilados; han vilipendiado y tratado de minar la religión cristiana, han levantado un Es-
tado dentro de otro Estado y han tratado de estrangularlo y llevarlo a una muerte financiera.
"Si no los excluyen de la Constitución de los Estados Unidos, en menos de doscientos
años ellos habrán aumentado en tal número que nos dominarán, devorarán la tierra y
cambiarán nuestra forma de gobierno.
"Si no los excluyen, en menos de doscientos años nuestros descendientes estarán
trabajando en los campos para suministrarles su subsistencia, en tanto que ellos estarán en
los Bancos haciéndose más ricos. Yo les advierto, caballeros, que si no excluyen a los judíos
para siempre, sus hijos los culparán a ustedes hasta sus tumbas. Los judíos, caballeros, son
asiáticos y nunca serán de otra manera".
A 180 años de distancia los temores de Benjamín Franklin parecen bastante más reales.
Si en su época había pocos testimonios de prueba, una historia sangrienta y dolorosa los ha
venido haciendo cada día más verosímiles. Insensiblemente el pueblo norteamericano va
convirtiéndose en prisionero de sus propios huéspedes. Y en la época actual decir Estados
Unidos es decir Occidente...
FIN DEL COLONIAJE OCCIDENTAL, PERO EN BENEFICIO DE LA URSS
Una nueva idea, capciosa e hipócritamente humanitarista, está siendo inoculada en
muchas mentes. Se dice que el colonialismo debe desaparecer, pero con esto sólo se alude
al coloniaje más benigno y menos implacable, o sea al colonialismo occidental. Envuelta en
ropajes de libertad y de amor al débil se populariza la fórmula engañosa de que Occidente
debe liquidar sus colonias.
Nadie habla, en cambio, de las desventuradas colonias del marxismo. El mundo
occidental vive en el siglo veinte y no es época ya de que conserve colonias, dicen, aunque
estratégicamente le sean necesarias contra la amenaza soviética. Pero tal parece que para el
marxismo israelita no vivimos en el siglo veinte, sino en la época de as cavernas. Para él sí es
lícito seguir esclavizando a medio mundo y pretender hacer lo mismo con el resto. Nadie
molesta al colonialismo soviético, mil veces más cruel y peligroso que el de Occidente.
Todo movimiento sincero para liquidar el sistema colonial debe forzosamente empezar
por los pueblos que esclaviza la URSS. Ahí, mejor que en cualquiera otra parte (porque es
donde la opresión más asfixia), se puede volcar el amor a la libertad y al humanitarismo.
Pero esto es precisamente lo que la propaganda no deja ver.
Sí Occidente prescinde de sus colonias, ahora, en tanto que la URSS afianza las suyas, a
la postre las colonias occidentales liberadas caerán bajo la influencia marxista. Así ha
comenzado a ocurrir en Asia, en el Medio Oriente y en África.
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