DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 582

Salvador Borrego mensaje fechado en Washington dijo mañosamente: "Hoy surgieron indicios de escep- ticismo acerca del anunciado asesinato de 5,500 prisioneros norteamericanos de guerra en Corea, en tanto que el general Ridgway continuaba una investigación en escala cabal en relación con el relato que conmovió a los Estados Unidos. Se insinúa en Washington que probablemente hay duplicación en lo concerniente a algunas de las cifras de las muertes anunciadas". Luego añadía otras versiones anónimas procedentes de Londres, que también ponían en tela de duda los informes revelados por el 8º ejército norteamericano. Pero el día 19 de diciembre el informe del 8º ejército quedó confirmado con creces cuando los comunista s entregaron en Munsan una lista de. prisioneros en la que sólo figuraban 3,198 norteamericanos como supervivientes de los 12,000 capturados. A renglón seguido el monopolio judío informativo restó importancia a ese suceso sensacional cablegrafiando mañosamente a todos los periódicos del mundo: "La noticia de que sólo 3,198 norteamericanos de los casi 12,000 que han desaparecido se hallaban en la lista de prisioneros de los rojos, no fue ninguna sorpresa, en atención a los recientes informes sobre las atrocidades cometidas por los comunistas. Las autoridades aliadas habían informado anteriormente que entre 6,000 y 8,000 soldados norteamericanos fueron asesinados por los rojos. Se esperaba, por tanto que figurarían en la lista de prisioneros menos de 4,000". Naturalmente, no era "ninguna sorpresa" que jóvenes americanos fueran asesinados por los rojos. Lo que años antes sí constituía un motivo de sorpresa, de gritería y de agitación mundial, era que Hitler molestara a alguno de los miembros del pueblo que se cree "elegido" para el dominio del mundo. Cuando no se trata de ellos (seres superiores), sino simplemente de cristianos, confucianos y budistas, no hay "crímenes contra la humanidad", ni sorpresa alguna, ni bochorno porque esas cosas ocurran "en pleno siglo XX". Cuando en agosto de 1953 se efectuó en Panmunjón el canje de prisioneros, los supervivientes norteamericanos comenzaron a narrar los horrores que habían sufrido y que habían visto sufrir a sus compañeros que luego murieron en el cautiverio; el cabo Richard M. Davis relató que hubo una "marcha de la muerte" en febrero de 1951 y que de 1,400 prisioneros sólo sobrevivieron 150. El mayor John Daujat —como muchos otros— comenzó a dar detalles de diversos actos de terrorismo, pero la censura oficial impidió que siguiera hablando, según revelación hecha por el periodista Víctor Kendrick. ¡Tales fueron las libertades propiciadas por Roosevelt!... Cuánta razón tenía Streicher cuando al subir al cadalso dijo a su verdugo americano: "¡Un día los bolcheviques lo colgarán a usted!"... El monopolio mundial informativo judío —que tan eficazmente agitó al mundo cuando Hitler barría de la vida pública alemana la influencia del judaísmo político y de su hijastra la masonería— ha encubierto con relatos fragmentarios y con discreto silencio muchos de los horrores con que el marxismo se expande en Asia y en Europa y gana en Cuba su primera base en América. 582