DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 566
Salvador Borrego
“Se hizo creer al pueblo norteamericano que las Naciones Unidas; eran la respuesta a
sus preces en demanda de paz, y despues de la victoria sobre el Japón su existencia fue
aprovechada para justificar la rápida desmovilización de nuestro Ejército, Marina y Fuerza
Aérea, y la destrucción de los armamentos sobrantes. Si ya no habría más guerra, ¿para
qué queríamos los armamentos? Una vez más el pueblo de los Estados Unidos fue
engañado y nuestro gobierno destruyó las armas, municiones, aviones, y otros pertrechos
que nuestros amigos de Europa y Asia necesitan ahora desesperadamente". ("Cómo los
Estados Unidos Ganaron la Guerra y por qué Están a punto de Perder la Paz").
Esa destrucción de armamentos incluyó también el enorme botín capturado en
Alemania, gran parte del cual se arrojó. El mismo Bullit afirma que en 1945 se podía
haber obligado a la URSS a que respetara a los pueblos europeos, pero en vez de eso (que
había sido el aparente ideal que justificaba la guerra) los ejércitos aliados fueron
desmovilizados. Bullit había sido Embajador en Moscú y afirma que Roosevelt estuvo
perfectamente informado de las ambiciones mundiales del bolchevismo, y sin embargo, lo
salvó de la derrota y no adoptó la más elemental precaución para frenarlo. Por el contrario,
lo alentó.
El crítico militar americano Hanson Baldwin revela que en el parlamento de Guerra se
maniobró a fin de que los soviéticos penetraran 60 kilómetros al occidente de Berlín, cosa
que les aseguró el dominio sobre la Europa Central. El general George C. Marshall, a quien
el judiófilo Hopkins recomendó para ocupar la Secretaría de la Defensa, aparece como
culpable de esa traición. El mariscal Montgomery, comandante de las tropas británicas de
invasión, dice en sus "Memorias" que Eisenhower no mostró interés por capturar Berlín, co-
sa que pudo haberse logrado antes que llegaran, los soviéticos. Asimismo ordenó que las
tropas americanas no entraran en Checoslovaquia, con lo cual cedió ese país al imperio
bolchevique.
A principios de 1945 Roosevelt impidió que el ejército americano del general Patton
avanzara al oriente del río Elba y así brindó al ejército rojo la oportunidad de que
capturara media Alemania y los centros científicos de Peenemunde, Berlín y Stettin,
incluyendo secretos sobre aviones de chorro, proyectiles teledirigidos, satélites artificiales,
bombas atómicas y la mayor parte de los 2,500 científicos alemanes de Peenemunde,
donde nacieron la V-l y la V-2 así como el proyectil trasatlántico (Lirio de Fuego) que fue
el antecedente de los actuales cohetes siderales. Esto hizo posible que Moscú anunciara
en agosto de 1957 que ya tenía el primer cohete de largo alcance.
Los bolcheviques también encontraron. en Peenemunde los planos de "Saenger"
alemanes para el lanzamiento de un satélite artificial y de una gran plataforma del espacio
capaz de girar alrededor de la tierra, que eventualmente sirviera de estación en vuelos
interplanetarios. En posesión de esos planos y de numerosos científicos alemanes, los so-
viéticos pudieron lanzar (octubre 4 de 1957) el primer satélite artificial de la tierra. Esto
fue una derrota científica del mundo occidental, imposible sin la traición de Roosevelt,
566