DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 420
Salvador Borrego
Para el efecto, se movieron 11 grupos pesados de la Fuerza Aérea Estratégica Aliada del
Mediterráneo y se concentró gran parte de la artillería de dos ejércitos. Durante varias
semanas se hizo acopio de bombas y de proyectiles, de todos los calibres y de las más
diversas características.
El bombardeo aéreo sobre Cassino se inició a las 8.30 del 15 de marzo (1944) y
durante tres horas y media 500 aviones pesados lanzaron 1,100 toneladas de poderosos
explosivos. Apenas terminado el bombardeo aéreo, 890 cañones y obuses tendieron una
terrible cortina de fuego, disparando durante cuatro horas consecutivas 195,969
proyectiles, con un total de 4,230 toneladas. Toda el área de Cassino, desde las ocho de la
mañana hasta las cinco de la tarde, fue un infierno de explosiones y de llamas. El mando
aliado tuvo entonces la certeza de que los paracaidistas alemanas habían sido abrumados y
que los supervivientes habrían quedado psíquicamente incapacitados para combatir.
Minutos después se lanzó la primera ola de infantería apoyada por bombarderos ligeros y
cazas, que todavía arrojaron otros 54,000 kilos de bombas sobre los defensores.
Entonces ocurrió algo desconcertante para las tropas aliadas. Aunque las bajas
alemanas habían sido sensibles, la moral seguía siendo alta y los supervivientes se lanzaron
furiosamente al contraataque entonando cantos de guerra. La infantería aliada se vio
comprometida en una violenta batalla con la que no contaba y algunos grupos hasta
fueron copados y premiosamente tuvieron que solicitar refuerzos. Varias oleadas de
contingentes aliados estuvieron siendo lanzadas a la carga, en la creencia de que la
resistencia alemana se desplomaría de un momento a otro, pero continuó combatiéndose
durante horas y durante días, hasta qué dos semanas después se suspendió el ataque.
Todo el asalto había fracasado.
El mayor James W. Walters, del ejército norteamericano, refiere ("Apoyo Aéreo y de
Artillería") que "un sobreviviente (alemán) creía, que menos de 10 de 60 soldados
originalmente en su organización, escaparon con vida. Otro prisionero expresó que él era
el único sobreviviente de un grupo de 15 a 20 hombres... Un informe especial psiquiátrico
sobre cinco prisioneros capturados en Cassino, indicó que el bombardeo había
ocasionado muy poco efecto mental en los alemanes... Los neozelandeses capturaron la
colina 193; la 4ª división indostánica ocupó algunos puntos en una ladera, pero luego fue
aislada y tuvo que recibir abastecimientos desde el aire para poder retirarse. Cuando
finalmente se suspendió el ataque, después de 15 días de lucha, las ganancias eran
relativamente pequeñas y muy pocas de las posiciones capturadas se pudieron retener".
En esos días, dice el general Eisenhower en "Cruzada en Europa", fue cuando "las
neurosis provocadas por la continua exposición al fuego crecieron de manera alarmante
según aumentaba la intensidad de nuestras ofensivas". Y el general Williard S. Paul, del
Cuerpo de Estado Mayor, reveló posteriormente ("La administración de Personal"), que
"por cada caso de psiconeurosis admitido en los hospitales, había tres casos adicionales
recibiendo tratamiento en clínicas, sin hospitalización... Hubo 224,000 licénciamientos
420