DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 409

DERROTA MUNDIAL pues además de contingentes humanos les suministró 500 barcos, 8,000 aviones, 25,000 carros blindados y medio millón de vehículos, durante los primeros cuatro años de guerra. Aunque la maniobra italiana para apuñalar por la espalda a las 6 divisiones alemanas, había fracasado, la situación de éstas seguía siendo precaria. Sus menguados efectivos se hallaban en inferioridad de 1 a 3 frente a los aliados. Además, tenían racionados el combus- tible y los proyectiles, y era frecuente que sólo pudieran contestar con un quinto o un décimo de potencia el fuego del enemigo. Por último, los contingentes alemanes tenían amenazados su flanco y su retaguardia, debido a la posibilidad de que los aliados realizaran desembarcos en cualquier punto del extenso litoral italiano. Precisamente esa oportunidad la aprovechó el 5º ejército americano al desembarcar en Salermo. La operación estuvo a punto de convertirse en un desastre debido a que los alemanes reaccionaron impetuosamente, contra lo que se esperaba en vista de sus escasos recursos. El 5º ejército fue empujado hacia la playa y tuvo que pedir refuerzos a fin de sostenerse. Después de encarnizadas batallas el frente alemán fue lentamente desplazándose al norte de Salermo, y entonces el general Montgomery lanzó una ofensiva en el extremo oriental, sobre el río Sangro. Esto ocurría en noviembre de 1943 y la situación era tan ventajosa para las fuerzas aliadas que el sereno Montgomery expidió una proclama anunciando la victoria: "Es hora —decía-— de hacer retroceder a los alemanes hacia el norte de Roma... de hecho los alemanes se hallaban exactamente en las condiciones en que nosotros lo queríamos. Ahora ocasionaremos a los alemanes un golpe colosal". Sin embargo, no fue así. La 65 división alemana de infantería fue inmolada en esa batalla; para cubrir su hueco acudió la 26 división panzer y el ataqué quedó dominado. Una vez más el frente se salvaba de milagro. En los meses siguientes de ese año los numéricamente muy superiores contingentes al iados siguieron atacando, pero las ganancias se contaban por metros después de rudas batallas. Gran parte de los contingentes de Roosevelt y Churchill reforzados por docenas de países aliados, pudo concentrarse sobre el frente italiano, que para Alemania no era sino uno de los muchos frentes en que se dispersaban sus recursos armados. El mariscal Badoglio, entonces jefe del gobierno italiano antialemán, refiere que la concentración de pertrechos aliados fue tan grande en Italia que todo el mundo esperaba ahí un súbito desmoronamiento de los alemanes. Agrega que al menor obstáculo que interrumpía el paso de las tropas aliadas "empezaba a funcionar una numerosa artillería con una cantidad fantástica de municiones; y así hora tras hora seguían martilleando Con fuego acelerado, aunque no quizá demasiado preciso, los centros habitados y aun los accidentes del terreno, y no interrumpían el fuego ni siquiera cuando nuestros campesinos procedentes de la zona batida por la artillería les aseguraban que ya no había ni la sombra de un enemigo y se ofrecían a acompañar a las tropas en su avance... La desilusión y el 409