DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 396
Salvador Borrego
tiempo de guerra. El soldado de un ejército regular, uniformado, es merecedor de
alojamiento, comida y auxilios médicos cuando es hecho prisionero en el campo de
batalla; mas el espía, el saboteador y el guerrillero que bajo el disfraz de aldeano, de
profesional o de obrero se lanza a una lucha subterránea, automáticamente se priva a sí
mismo de todo derecho y se hace acreedor a la ejecución.
Esta vieja costumbre ha regido en todos los tiempos y en todos los pueblos. Hitler no la
inventó, pero sí se acogió a ella y ordenó en 1943 que fuera encarcelado o aniquilado todo
núcleo de judíos que en alguna forma desarrollara actividades bélicas o de conspiración. La
magnitud de las aprehensiones o de las ejecuciones viene a ser un índice de la magnitud del
esfuerzo de resistencia que las comunidades judías europeas realizaron a retaguardia de las
tropas alemanas, en tanto que sus hermanos de raza convergían desde el exterior, trayendo
por delante pueblos aliados de todos los confines de la tierra. Lo que las ocultas infanterías
israelitas padecieron en Europa como consecuencia de sus sabotajes y conspiraciones, es
materialmente achacable a la policía o al ejército alemán, pero evidentemente los causantes
intelectuales de los encarcelamientos y las ejecuciones fueron los propios caudillos
israelitas, que con el más ciego fanatismo empujaron a sus contingentes a una acción ilegal y
casi suicida. El enemigo no podía tener menos dureza para tales saboteadores que la que
habían tenido los jefes judíos que los lanzaron a esa lucha.
Con esa ejemplar hermandad que tienen los israelitas, millares de ellos organizaron
en Alemania una vasta red de espionaje para comunicar a la aviación aliada la ubicación de
metas importantes. Fue notable que en esa tarea participaran judíos nacidos en Alemania,
hijos de padres igualmente nacidos allí, pero que seguían siendo fieles a su tradición de
sangre y de política. Por eso el escritor israelita Simón Dubnow dice que el pueblo judío
"ha vencido el tiempo y el espacio... La conciencia histórica es lo más sólido que nos
vincula a la diáspora de Israel, y hace de nosotros un solo pueblo, una consolidada nación
internacional". ("Historia Contemporánea del Pueblo Judío").
En las actividades de la resistencia secreta, Hitler estuvo una vez más a punto de ser
asesinado. En el Diario de Eva Braun aparece el siguiente relato fechado en el invierno de
1942:
"Partimos solos hacia Berchtesgaden cuando empezaba a declinar la tarde, y entonces
ocurrió algo tremendo, casi a 20 kilómetros de Berchtesgaden. Yo ni siquiera oí la
detonación, pero era imposible no ver el agujero en el parabrisas. Adolfo detuvo tan
bruscamente el coche que casi se vuelca. Sacó el revólver del bolsillo y me ordenó: 'Qué-
date sentada'. Y de un brinco felino saltó a la carretera, al tiempo que se arrancaba su saco
de cuero para tener mayor libertad de movimientos. Todo esto con la velocidad del rayo...
Adolfo volvía poco después con un hombrecillo bastante calvo y de anteojos. Lo traía del
cuello del saco y de tiempo en tiempo le daba de puntapiés, al mismo tiempo que aullaba
palabras tan desarticuladas que yo no podía entenderlas. El hombre apretaba
convulsivamente en su mano un revólver. En ese momento podía: haberlo utilizado de
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