DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 388
Salvador Borrego
y pálidos, con barbas de semanas, en mi presencia, con sus atuendos de cuero que la grasa
y la sal del mar enriquecían".
Entretanto Hitler ordenaba que el ministro Speer se hiciera cargo de las construcciones
del arma submarina, cosa que en poco tiempo comenzó a rendir efectos favorables. La
entrega de nuevo equipo iba a anticiparse a lo previsto. Como medida de emergencia los
sumergibles fueron dotados de cañones antiaéreos y durante julio se enfrentaron con éxito
a los bombarderos, pero más tarde los aviones aliados ya no atacaban aisladamente; caían
tres o cuatro sobre un mismo sumergible, desde diversos rumbos. En el aire había aviones
canadienses, australianos, ingleses o americanos.
En julio, Hitler le comunicó a Doenitz que el proyecto del electro submarino XXI
estaba concluido al fin. Esta nave podría atravesar el Atlántico sin emerger, a 31 kilómetros
por hora, siendo que los otros modelos en uso sólo desarrollaban bajo el agua 13
kilómetros. Mientras, 24 sumergibles más eran abatidos en ese mes de julio.
Por su parte, la sección experimental de radiomedición y la zona aérea atlántica
descubrían que el receptor "Metox" (que se había colocado en los submarinos para
escuchar cuando se aproximaran los avfones aliados) emitía una fuerte irradiación que
actuaba como una señal radiogoniométrica. Esta señal llevaba prácticamente de la mano a
los bombarderos aliados hasta el sitio donde estaba el submarino. Un año antes los peritos
habían dictaminado que el "Metox" no tenía tal irradiación. Inmediatamente se ordenó a
todas las naves que desconectaran el mortal aparato.
Pero seguía sin resolverse otra parte del enigma. Antes del "Metox" ¿cómo
localizaban los aliados a los submarinos? Durante semanas continuaron agobiadoras
investigaciones, hasta que fue capturado otro extraño "tubo" al ser abatido un avión
británico. Las sospechas de los técnicos de la Telefunken eran acertadas. El Estado Mayor
Científico tuvo una reunión poco después y anunció que el misterio estaba por fin aclarado.
Aquel "tubo era una pantalla en la que se contemplaba lo que se hallaba oculto por la
oscuridad de la noche o por las nubes. Era el Tubo Braunsche, que emitía ondas en la
longitud desusada de 9 centímetros.
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