DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 378

Salvador Borrego También había callado poco antes, al enterarse de cómo Stalin ordenó ejecutar a 15,000 oficiales polacos, de los capturados en 1939 cuando el ejército rojo se apoderó de la mitad de Polonia. Esa matanza se realizó en el bosque de Katyn, cerca de Smolensk, en abril de 1940. De los prisioneros hechos en Polonia sólo se salvaron los de origen judío que fueron acogidos por Stalin como "ciudadanos de la URSS". El corresponsal norteamericano Lesueur refiere que antes de que se conociera esa matanza, el general polaco Sikorski se entrevistó con Stalin para gestionar la devolución de los prisioneros, y en el curso de la conversación pronunció la palabra "zhidi" en vez de "ivrai", que es la única permitida por el régimen bolchevique para referirse afectuosamente a los judíos. Stalin se disgustó visiblemente por ese detalle y Sikorski tuvo que dar una disculpa. A continuación Stalin dijo que los polacos serían devueltos, pero no los. hebreos polacos, porque éstos eran ciudadanos soviéticos. ("12 Meses que Cambiaron el Mundo".— Laurence E. Lesueur). Pero los polacos tampoco fueron devueltos, aunque por motivos muy distintos que de momento nadie lograba averiguar. Dos años después el regimiento alemán de exploradores número 537, al mando del coronel Friedrich Ahrens, descubrió accidentalmente unas enormes fosas comunes. Entonces se hicieron exhumaciones y por el uniforme y los documentos hallados en las bolsas se estableció la identidad de las víctimas: se trataba de los 15,000 oficiales polacos capturados por Rusia en 1939. La Cruz Roja Internacional examinó los restos y comprobó que las ejecuciones habían ocurrido mucho tiempo antes de que se iniciara la invasión alemana. Posteriormente una comisión mixta del Congreso de Estados Unidos ratificó ese testimonio. Por su parte, el Gobierno Polaco radicado en Londres, que inútilmente había hecho gestiones ante Stalin para que le devolviera a dichos prisioneros, tenía también pruebas sobre su ejecución en masa. A principios de abril de 1943 el general Sikorski, fue a almorzar con Churchilf. "Me dijo —refiere éste en sus Memorias— que tenía pruebas de que el gobierno soviético había asesinado a los 15,000 oficiales polacos, así como a otros prisioneros que tenía en su poder, y que se les había sepultado en enormes sepulcros abiertos en los bosques, principalmente en las cercanías de Katyn. Tenía superabundancia de pruebas. Le dije: si están muertos nada puede usted hacer para devolverlos a la vida... No es éste el momento para querellas". ¡Y pensar que la guerra contra Alemania se había iniciado con el pretexto de defender a Polonia!... La matanza de 15,000 prisioneros polacos no ameritaba ni siquiera una reclamación protocolaria. Al parecer no había nada objetable porque pre viamente habían sido puestos a salvo los oficiales hebreos. 378