DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Página 358
Salvador Borrego
"No sé qué pensar de un soldado que titubea y es hecho prisionero. Puedo entenderlo
sólo en el caso del general francés Henri Honoré Giraud. Von Paulus permitió que 50,000
de sus hombres murieran defendiendo a Stalingrado hasta el final.
¿Cómo pudo entregarse a los rusos? Me asombré la primera vez que me preguntó
qué debía hacer. ¿Cómo podía preguntar? .¡Qué fácil fue para Udet! ¡La pistola! Esa es la
cosa más fácil de hacer. En esta guerra nadie más será ascendido a Mariscal de Campo... y
lamento haberlo hecho con Von Paulus. Quería cumplirle su último deseo...
"Tenemos hombres que hacen algo con nada y otros que nada pueden hacer aunque
lo tengan todo. Von Manstein tiene gran talento y triunfa si cuenta con material de primera
clase, combustible y suficientes municiones. Pero si algo le falta es un hombre perdido. En
mi opinión, el factor más decisivo es que las tropas tengan buena moral. Si alguien me dice
que, la moral no tiene efectos sobre los ejércitos, le responderé esto: soy un hombre que
me he formado a mí mismo y ahora dirijo la más grande organización que jamás haya
existido. Si un oficial dice que la moral no tiene influencia sobre los hombres, mi respuesta
es: su influencia no tiene valor. Debe usted retirarse".
Von Paulus y Von Zeydlitz (otro de los que capitularon), se prestaron para formar una
especie de gobierno pelele alemán al servicio de Stalin. Al conocer esa traición, el ministro
alemán Paul Goebbels anotó en su Diario: "Esta es una de las peores noches de toda mi
vida. Leí el discurso que transmitió por la radio de Moscú el general Von Zeydlitz. Este alto
aristócrata es el marrano mayor del grupo de generales alemanes. Nada me gustaría más
que escupirle la cara".
Von Paulus no solamente estaba faltando a su juramento como soldado, sino también
a la lealtad que merecían los millares de soldados que perecieron bajo sus órdenes. No se
puede pedir a los hombres que luchen hasta la muerte por una causa y luego capitular y
colocarse en el bando opuesto. El disgusto de Hitler era tan grande o mayor que el de
Goebbels; acerca de una conversación entre ambos, Goebbels refiere en su diario:
"Hitler está absolutamente asqueado de los generales... No come ya a la mesa de ellos,
en el Cuartel General. Dice que todos ellos mienten, que todos son desleales, que se
oponen al nacionalsocialismo y que son reaccionarios... En la casa del hermano del coronel
general Schmidt, a quien se aprehendió por traición, se encontraron varias cartas de ese
coronel general, que hablaban muy mal del caudillo. ¡Y sin embargo era uno de los
generales de quien Hitler pensaba especialmente bien!"
150
150
Durante su época de mayores triunfos el VI ejército estuvo bajo las órdenes del mariscal
Reichenau. El último año de su existencia lo comandó Von Paulus, quien murió 14 años después, en
la Alemania cautiva, bajo vigilancia soviética. Pocos ex compañeros suyos que lograron verlo dijeron
que mostraba síntomas de perturbación mental o de hallarse drogado.
358