DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 348

Salvador Borrego aviación alemana como el 3er. ejército rumano habían reportado amenazadoras concentraciones rusas frente al Volga, pero el Alto Mando no les prestó mucha atención porque se hallaba vivamente impresionado ante las tremendas bajas soviéticas y no creía factible que lanzaran una ofensiva. Hitler había dicho que los rusos se hallaban al final de sus fuerzas y el general Zeitzler, jefe del Estado Mayor General, había reiterado a mediados de noviembre que "los rusos ya no cuentan con reservas dignas de ese nombre" y que no podrían lanzar ninguna ofensiva de importancia. Los informes secretos de que disponía eran absolutamente falsos). Fue la Luftwaffe la primera en advertir las perforaciones del frente. El coronel Hans Ulrich Rudef lo refiere con las siguientes palabras: "Estamos volando casi a ras del suelo cuando de pronto descubrimos... Pero no... No puede ser... Que Dios nos ampare... ¿Rusos?... ¡No!... A mitad del camino de nuestro punto de acción nos encontramos con masas turbulentas humanas, todos vestidos de uniforme color kaki, pero no son rusos... son rumanos. .. ¡Nuestros aliados!... Podemos distinguir cómo varios tiran hasta sus armas de mano para poder correr más rápido... Es una escena dantesca. Sospechamos el advenimiento de una catástrofe, de una hecatombe. Seguimos volando a lo largo de las columnas fugitivas hasta llegar, a las posiciones de artillería de nuestros aliados. Las piezas de campaña han sido abandonadas sin ser destruidas previamente. Todo está sembrado de munición. Un poco más allá nos encontramos con las primeras unidades de los rojos ya en posiciones rumanas abandonadas. Inmediatamente los atacamos con bombas y con los cañones de a bordo, pero ¿para qué? Ya nadie les ofrece resistencia en tierra... Una ira incontenible nos invade y volvemos a temer lo más horrible, lo jamás esperado... ¿Cómo podremos salvar esta situación, cómo hacer para detener la marcha de esta catástrofe que se cierne sobre nuestras tropas? Con una amargura jamás experimentada lanzo mis bombas y rastreo con mis ametralladoras las hordas asiáticas que se lanzan sobre nuestro ejército. Como un mar de color amarillo sucio avanzan las masas bolcheviques, incontenibles, sin límites... Ya no me queda ni una sola bala, ni siquiera para poder defenderme contra posibles cazas... Nuestros ataques son bajo estas circunstancias como una gota de agua sobre una plancha caliente, pero no quiero pensar en eso ahora".... Al ser arrollados al primer impacto los dos ejércitos rumanos que cubrían los flancos del 6° ejército alemán, una tromba de 71 Divisio- nes y brigadas blindadas soviéticas se precipitó hacia la retaguardia alemana, en tres días de avance capturó Kalatsch y el 6° ejército quedo cerrado-en una bolsa que equivalía a un cuadrilátero de 90 kilómetros por lado. 147 147 Piloto de Stukas.—Por el Cor. Hans Ulrich Rudel. 348