DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 343
DERROTA MUNDIAL
contra la población soviética de 202 millones, reforzada por los enormes recursos de
Roosevelt, del Imperio Británico y de otros 30 países aliados .
EL 6° EJERCITO ALEMAN SE ABRE PASO HACIA SU TUMBA
Con la captura de Kalatsch quedó anulado el principal obstáculo para el ataque frontal
sobre Stalingrado. Los flancos de la progresión alemana convergieron sobre la gran ciudad
industrial del Volga, llave de las comunicaciones entre el corazón de Rusia y sus campos
petroleros del Cáucaso. Su captura significaría el estrangulamiento de la URSS al ser
privado el ejército rojo del 85% de su petróleo; además Moscú y toda su retaguardia
industrial quedarían mortalmente amenazados. La fogueada cuarta flota aérea de Wolfram
Von Richthoffen, hijo del "as" de la primera guerra, apoyaba la embestida aproximada-
mente con mil aparatos. Los nuevos bombarderos Junker 88 y Heinckel 177, capaces de
subir a 12,000 metros de altura y burlar así el fuego de los antiaéreos, destrozaron las
enormes fábricas Octubre Rojo, Barricadas y Stalin.
El general Von Richthofen habló el 24 de agosto con el general Von Paulus,
comandante del 6º ejército. Lo encontró nervioso y preocupado, porque frecuentemente
los tanques alemanes quedaban aislados de la infantería. En el flanco izquierdo los
soviéticos golpeaban con rudeza. Tres días después volvió a verlo igualmente excitado.
Von Paulus pedía mayor apoyo aéreo. Varios comandantes coinciden en que Yon Paulus
había sido un brillante miembro del Estado Mayor, pero que las crisis en el frente le
restaban facultades, al contrario que su antecesor en el mando del VI ejército, Von
Reichenau, que meses antes había muerto repentinamente.
En los últimos días de agosto el general Hoth operaba con la mitad de su IV ejército
bastante al sur de Stalingrado y mediante una osada maniobra logró abrir una brecha en las
líneas soviéticas, por lo cual pidió que en la madrugada del primero de septiembre Von
Paulus desviara hacia el sur algunos contingentes del VI ejército, a fin de cercar y aniquilar
a los ejércitos soviéticos 62º y 64º. El mariscal Von Weichs aprobó esa maniobra y se la
recomendó a Von Paulus, pero éste tuvo dudas, hizo cálculos y hasta en la tarde del día 2
se resolvió a enviar una columna hacia el sur. Ya Hoth había extendido una poderosa te-
naza a retaguardia de los bolcheviques, pero la fuerza de Von Paulus llegó a enlazar hasta
el día 3, y ya para entonces los rusos habían percibido el peligro mortal y se habían
replegado. Una brillante oportunidad acababa de perderse por un titubeo de 36 horas.
El 12 de septiembre Von Paulus le sugería a Hitler efectuar una retirada, pues juzgaba
que la situación era difícil. A Hitler le repugnaba ceder terreno al enemigo, pero además 3
días antes el Estado Mayor le había comunicado que los soviéticos carecían de reservas, y
el propio día 12 le llegó otra reiteración sobre el particular, por lo cual se empeñó en que
Stalingrado fuera dominado con las fuerzas disponibles.
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