DERROTA MUNDIAL
“ Cuando Rusia se hundió – afirma-, inmediatamente surgió el judío Kerensky. Como sus planes no fueron lo suficientemente radicales, le sucedió Trotsky. Actualmente, en Rusia( 1920), en cada comisario hay un judío. De sus escondrijos irrumpen los judíos rusos como un ejército bien organizado... Todos los banqueros judíos en Rusia permanecieron sin ser molestados, mientras que a los banqueros no judíos se les fusiló... El bolchevismo es anticapitalista sólo contra la propiedad no judía. Si el bolchevismo hubiese sido realmente anticapitalista, hubiera matado de un solo tiro " al capitalismo judío. Pero no fue así... Sólo a los judíos se les pueden remitir víveres y auxilios de otros países, en Rusia ". El mismo autor hace una cita del Dr. Jorge A. Simons, sacerdote cristiano, que escribió: " Centenares de agitadores salidos de los barrios bajos del Este de Nueva York se encontraron en el séquito de Trotsky... A muchos nos sorprendió desde un principio el elemento marcadamente judío de aquél y se comprobó muy pronto que más de la mitad de todos esos agitadores del llamado movimiento sovietista eran judíos ".
Asimismo cita a William Huntington, agregado comercial americano en Retrogrado durante la revolución, quien declaró que " en Rusia todo mundo sabe que tres cuartas partes de los jefes bolcheviques eran judíos ".
Coincidiendo con todo lo anterior, el periódico ruso " Hacia Moscú ", de septiembre de 1919, dijo: " No debe olvidarse que el pueblo judío, reprimido durante siglos por reyes y señores, representa genuinamente el proletariado, la internacional propiamente dicha, lo que no tiene patria ".
Y Cohén escribía en " El Comunista ", de abril de 1919: " Puede decirse sin exageración que la gran revuelta social rusa fue realizada sólo por manos judías. El símbolo del judaísmo, que durante siglos luchó contra el capitalismo, se ha convertido también en el símbolo del proletariado ruso, como resulta de la aceptación de la estrella roja de cinco puntas que como es sabido fue antiguamente el símbolo del sionismo y del judaísmo en general ". Desde un punto de observación muy distante, el investigador Schubart se refiere a este mismo asunto en los siguientes términos: 7
" También la nacionalidad de los jefes bolcheviques, entre los cuales hay un gran contingente de judíos, lituanos y grusinios, indica el carácter extraño, no ruso, de este movimiento.
El marxismo no tiene más que una peculiaridad que encuentra afinidad de sentir en el ruso: es el meollo mesiánico de la doctrina. Lo sintió el alma eslava con fino olfato, y lo tomó por punto de partida... El occidental siente latir más fuerte su corazón al pasar revista a sus bienes; en el ruso está vivo el sentimiento de que las posesiones nos poseen a nosotros. De que el poseer significa ser poseído, de que en medio de la riqueza se ahoga la libertad espiritual ". Schubart no es el único en considerar que en la idiosincrasia rusa había
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" Europa y el Alma del Oriente ".— Por Walter Schubart.- Profesor de Sociología y Filosofía de la Universidad de Riga, Letonia.
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