DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 272
Salvador Borrego
"Así como nuestros soldados han sufrido durante los meses de verano sin tregua y sin
quejarse del calor, las terribles lluvias de verano, el polvo y el lodo, en esfuerzos
sobrehumanos por obtener la victoria, así resisten ahora en sus posiciones de invierno
entre la nieve, el hielo, la lluvia, la escarcha y el frío, como guardianes del territorio
patrio".
Y en tanto que unas divisiones se inmolaban para que otras prepararan defensas y el
frente se salvara, Hitler arengó a sus tropas el 21 de diciembre: 'Soldados: conozco la
guerra por los cuatro años de lucha gigantesca en el frente occidental, de 1914 a 1918, y he
vivido sus horrores y he participado de casi todas las grandes batallas como soldado raso.
Dos veces caí herido y a poco estuve de quedar ciego. Por ello nada de lo que os atormenta
y agobia me es extraño.
"Mis soldados: comprenderéis, pues, que mi corazón está con vosotros y que mi
voluntad y mi capacidad de trabajo indoblegables están al servicio de la grandeza de mi
Patria y la vuestra, y que mi mente y mi decisión no saben sino del aniquilamiento del
enemigo, esto es, la terminación victoriosa de la guerra.
"Todo cuanto se puede hacer por vosotros, soldados del ejército y de la guardia de
Élite, se hará... El Dios Todopoderoso no negará la victoria a sus más bravos soldados".
La vida en el frente era espantosa hasta para las bestias, tan sólo en el área de un
cuerpo de ejército alemán cayeron durante un mes 18,000 caballos, 795 de ellos por
agotamiento. Por una parte aumentaban el frío y los ataques enemigos y por otra
disminuían las raciones de víveres, de municiones y de combustible. Ni los veteranos de
dos guerras habían sospechado que fuera posible u na situación igual. Pero alentadas por
Hitler, la mayoría de las tropas flanqueadas o copadas resistían o morían en vez de rendirse.
Hasta el 20 de enero —con 42 grados centígrados bajo cero— los casos de congelaciones
graves y leves ascendían a 54,000. Sin embargo, esos inenarrables sacrificios fueron un
rompeolas viviente donde la furia de los ocho nuevos ejércitos soviéticos se desangró y
perdió fuerza. El 16º ejército alemán, del general Von Busch, copado en Staraya Rusa,
rechazó, reiteradas demandas de capitulación y logró sobrevivir. En Klin, la guarnición
alemana también quedó totalmente aislada del resto del frente y 3,000 soldados perecieron
antes que capitular. En Rzhev, los ejércitos rusos 29 y 39 flanquearon al 9º ejército y le
cortaron la ruta de abastecimientos, pero luego la primera división alemana y la división SS
Das Reich restablecieron sus comunicaciones; el 9° ejército pudo contraatacar y copó y
aniquiló a una parte dé ambos ejércitos rusos.
Esta batalla duró cuatro semanas con una temperatura de 45° bajo cero. "Una y otra
vez los rusos interrumpieron las líneas alemanas —dice el informe de uno de los
comandantes— pero siempre eran repelidos. Las villas caían y eran recapturadas
repetidamente. Unidades completas se sacrificaban defendiendo sus posiciones y
ocasionaban serias bajas a los rusos, pero el frente seguía resistiendo. Los rusos peleaban
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