DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 213

DERROTA MUNDIAL que bastaría disparar los torpedos de proa y popa para hundir ambas naves que cercaban al "Bismarck". Pero lleno de amargura Wohlfarth no pudo hacer nada por su hermano mayor: no le quedaba ya ni un solo torpedo... En su bitácora anotó: "¡Si tuviera ahora torpedos! Posición ideal para un ataque. ¡Sin destructores, sin zig zag!... Observo disparos de bengalas y fuego de defensa del "Bismarck". Ataque de artillería. Una sensación espantosa, estar cerca y no poder hacer nada". Ni siquiera pudo el U-556 recoger la bitácora del vicealmirante Luetjens. Dos horas antes, a las 8.47 de la mañana, el "Bismarck " había comenzado su última batalla. Los acorazados "Ródney" y "Jorge V" iniciaron el cañoneo, inmediatamente seguidos del "Príncipe de Gales" y de otros más. El acorazado alemán ya no podía maniobrar y relativamente era una presa fácil. El comandante del 'Dorsetshire" también participó en el cañoneo durante nueve minutos, pero después declaró que se había retirado "porque ya no era posible distinguir los disparos, que llovían sobre el Bismarck". Varias-naves también lo acosaban con torpedos. Doce bombarderos del "Ark Royal" volaron sobre la acorralada presa y debido a lo nutrido del fuego no pudieron descender lo suficiente para atacar. Ante la imposibilidad de maniobrar y de dirigir el tiro, él vicealmirante Luetjens ordenó a todas las torres de artillería "fuego a discreción". Los'artilleros que morían eran sustituidos por personal no especializado sólo para que simbólicamente siguieran disparando. Frederick Kramer dice que por unos momentos los marinos cantaron su himno ante el fin inminente de su nave. El "Bismarck", inmóvil a 640 kilómetros de Brest, resistió un fuego concentrado que antes ninguna otra embarcación de guerra había recibido. Durante algunos minutos disparó contra el "Jorge V" y cóntra el "Ródney", pero bien pronto el fuego de tres barcos le inutilizó sus cañones, que quedaron muertos apuntando hacia diversos rumbos. A las 10 de la mañana la cubierta del acorazado estaba destrozada y se elevaban grandes humaredas. Como la .nave seguía a flote y sin arriar la bandera, le siguieron lloviendo granadas y torpedos desde cuatro barcos, hasta que a las 10.40 comenzó a hundirse de costado. El oficial británico L. R. Crocker refirió: "Vi que nuestras granadas; sacaban las entrañas al "Bismarck". Acometimos contra su popa y se extendió el incendio en la nave. Pero los nazis tenían valor. El "Ródney" disparó contra la torrecilla posterior hasta derribaría. Para entonces, el "Bismarck" se hundió entre llamas y olas con su bandera izada que significaba no rendición". Cuando el acorazado alemán sé fue a pique, la Flota Británica tuvo oportunidad de ejercer un último desquite: se retiró de aquellas aguas sin rescatar a los náufragos 213