DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 197

DERROTA MUNDIAL objeto que azuzar a los pueblos occidentales —haciéndoles creer que se hallaban en peligro— para que no aceptaran la amistad que Hitler les ofrecía y permitieran así que todos los efectivos alemanes se lanzaran contra la URSS. Por este tiempo Churchill planeó su acción "Catalina" para forzar el paso de la flota por el Báltico y "extender a Rusia la mano en forma que probablemente ejercería un efecto decisivo", según dijo. Y a propósito del último atropello bolchevique contra Rumania, escribió Roosevelt: "Es posible que Rusia prive a Rumania de Besarabia, pero esto no tiene que estar necesariamente, en conflicto con nuestros intereses principales, que consisten en contener el movimiento alemán hacia el oriente", o sea hacia Rusia (Memorias de Churchill). Para entonces (verano de 1940) el Kremlin ya había concentrado cerca de Alemania 153 divisiones (2.295,000 combatientes), o sea 88 divisiones más que las que tenía allí antes de la ofensiva alemana en Francia. Después de ese significativo movimiento, el Ministro Molotov se trasladó a Berlín el 12 de noviembre (1940) y pidió manos libres para reanudar el ataque contra Finlandia, para incorporar a Bulgaria a su zona de influencia y para exigirle a Turquía bases en los Dardanelos. Hitler contestó negativamente las tres peticiones, Molotov regresó desairado a Moscú y en Berlín se activó el trazado del Plan Barbarroja para la invasión de la URSS. Desde ese momento ya no cabía duda sobre el inminente choque germano-soviético. La actitud de Hitler, que en tan decisiva ocasión actuó conforme a los intereses de roda Europa, contrastaba por cierto con la diplomacia de Churchill y Roosevelt, que precisamente en esos días daban al Kremlin manos libres sobre Rumania y Bulgaria, sin prejuicio de gestionar asimismo (por otra parte) que estos países lucharan contra Alemania. CARNE DE CAÑON PARA FRENAR EL GOLPE CONTRA LA URSS Iniciado el traslado del ejército alemán, de Francia a las bases de partida contra la URSS, los esfuerzos combinados de Stalin, Churchill, Roosevelt y su camarilla judía se concentraron en agitar a los países balcánicos para que atacaran a Alemania. Y no porque hubiera la más remota posibilidad militar de que triunfaran, sino simplemente para que sirviendo como carne de cañón frenaran y demoraran el inminente ataque germano contra la URSS. Ya no había entonces —fines de 1940— ninguna duda de que Hitler, como lo había dicho desde 1919, iba hacia el Oriente. E| 3 de septiembre los planes de invasión de Rusia sé hallaban ya en su apogeo y fueron revelados a los principales comandantes del ejército. El Diario Secreto de Ciano testifica, en su anotación del 4 de octubre, que en la entrevista Hitler-Mussolini de ese día, en el Paso del Breñero, no se habló de ningún plan para invadir a Inglaterra; Hitler expresó sus esperanzas, de ganarse la amistad de Francia y se mostró "enérgica y extremadamente antibolchevique". 197