DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 179
DERROTA MUNDIAL
transmisiones, un batallón motorizado de artillería antiaérea y una escuadrilla de
reconocimiento aéreo. Las panzer, en combinación con los aviones de vuelo picado,
formaban la espina dorsal de la «blitzkrieg».
Contra los 2,800 tanques alemanes lanzados en la campaña de Francia, el ejército
francés enfrentaba 2,361 tanques modernos y 600 antiguos y disponía de 584 más en la
reserva, según recopilaciones hechas por el teniente coronel Gonzalo D. de la Lastra, del
ejército español. Este dato lo comprueban indirectamente las autorizadas publicaciones
francesas «La Revista de Defensa Nacional» y la «Revue Historique de L'Armée», las cuales
revelaron que según los archivos oficiales franceses no existía superioridad de tanques
alemanes. Las dos revistas afirman que los efectivos eran más o menos iguales por parte de
los alemanes y los franceses. Añadiendo los tanques ingleses y belgas, las fuerzas blindadas
aliadas eran numéricamente superiores.
Las cantidades de aviones también fueron escandalosamente exageradas. La Luftwaffe
apenas igualaba en número a las aviaciones combinadas de Inglaterra, Francia, Holanda y
Bélgica (alrededor de 3,000 aparatos de cada bando), si bien las superaba en algunos
aspectos de calidad, organización y espíritu de combate.
Por último, cuando Francia se desplomó y se hizo patente que 100 divisiones alemanas
habían derrotado y eliminado como fuerza combatien-te a 155 divisiones aliadas, la
propaganda realizó un supremo esfuerzo para oscurecer y empequeñecer este triunfo a fin
de no desmoralizar a otros pueblos que a su turno deberían ser lanzados también a la
contienda. En esa tarea para deformar la verdad, la propaganda no se detuvo en arrojar
lodo sobre Francia atribuyéndole toda la responsabilidad del desastre. Y así fue como el 18
de junio Churchiíl culpó de la derrota a los franceses y dijo —porque a posteriori es muy
fácil prescribir remedios ya imposibles— que debían haber ordenado una retirada al ser roto
el frente de Sedán.
El Alto Comisionado de Propaganda de Francia, Jean Prevost, refutó el 25 de ese mes:
«Pedimos a nuestros amigos de América que traten de comprender bien toda la tristeza
inmensa de Francia... Quisiéramos que nuestros amigos ingleses respetasen nuestro dolor e
hiciesen su propio examen de conciencia... Los gobiernos de Daladier y de Reynaud no
cejaron en su empeño de demostrar al gobierno de la Gran Bretaña la dificultad que
teníamos en mantener sobre las armas hombres de 48 años de edad, mientras que
Inglaterra no llamaba siquiera a sus jóvenes de 26 años».
Churchill guardó silencio ante esa fundada réplica. En cambio, ordenó que la flota
británica del Mediterráneo se acercara sigilosamente a la base de Mers-el-Kevir, en África, y
cañoneara por sorpresa a la flota francesa, que había sido respetada por Hitler. Los marinos
franceses no tuvieron siquiera oportunidad de defenderse, anclados como se hallaban, y mil
de ellos perecieron. Churchill pudo entonces vanagloriarse de esta hazaña de guerra.
179