DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 100
Salvador Borrego
de todo lo que significara guerra no quería ni oír hablar; gustaba más de París que de
Berlín y su hija se educaba en Francia.
Beck fue el primero de los grandes conspiradores
que tuvo Alemania en la segunda guerra. Siendo todavía
jefe del Estado Mayor General hizo un extenso
memorándum en el que analizaba el estado del ejército
alemán y su probable desarrollo; durante un viaje a París
se llevó una copia y la entregó a unos amigos extranjeros,
quienes a su vez llevaron e! documento a Nueva York,
según dice el historiador Curt Riess.
General Ludwing Beck,
conspirador. Conocia
íntimamente el Estado
Mayor General y enviaba
informes al extranjero. No
fue descubierto sino hasta
1944, y entonces trato de
suicidarse.
El general Beck tenía amigos israelitas y condenaba
el "antisemitismo" de los nazis. Posteriormente, ya en
plena guerra, todavía sostenía correspondencia con el
extranjero. En "Gloria y Ocaso de los Generales
Alemanes", Riess dice que "empleaba en su
correspondencia un lenguaje incomprensible para los
secuaces de Hitler. Acaso al último se cansaron de leer
sus cart as para pensar que el hombre estaba
descentrado. Pero Beck no estaba descentrado, ni
mucho menos..."
Simplemente era un enemigo del régimen y seguía
revelando secretos. Durante seis años trabajó hábilmente
en su conspiración y no fue descubierto sino hasta 1944, a
finales de la guerra, cuando participó decisivamente en la
conjura para asesinar a Hitler.
Los generales Von Fritsch y Von Brauchitsch no
llegaron a esos extremos, pero en compañía de otros
generales trataban de mantener al ejército fuera de la
influencia de Hitler, a quien no consideraban de su clase y
veían despectivamente cómo "el cabo". Sus incipientes ac-
tividades de conspiración cesaron por un tiempo al ver que
la anexión de Austria se había realizado pacíficamente.
Von Fritsch se decepcionó y le dijo al general Halder: ."Es
inútil. Este hombre es el sino de Alemania, y este sino
debe seguir su camino hasta el fin".
100
Almirante Canaris,
también conspirador,
formaba parate del
Gobierno de Hitler nada
menos que como Jefe
del Servicio Secreto.
Habilidad
extraordinaria.