Visibilizar las vulnerabilidades específicas de la niñez ante los riesgos de cualquier tipo es una obligatoriedad de los seres humanos y debe generar conciencia como una lista de chequeo no solo mental sino normativa y práctica permanente por quienes toman las decisiones y los operadores humanitarios, quienes con enfoque diferencial de niñez deben no solo prever, sino planificar todos y cada uno de sus actos durante todos los procesos y tiempos de una intervención, motivando que la comunidad misma continúe con esa acción de seguridad y protección a niñas, niños y adolescentes, so pena del no cumplimiento cabal del DIH.
Se requiere ampliar el concepto de riesgo a todas las actividades humanas, en especial para casos de desastres: es decir, es indispensable que el concepto de riesgo cruce disciplinas, instituciones, gobiernos y personas, que sea visto con enfoque diferencial de la vulnerabilidad pero también de los derechos y las oportunidades de participación y aportes de la niñez, pues el nivel de desarrollo de un Estado se mide por el nivel de atención, participación, seguridad y protección de sus niños, niñas y adolescentes.
Esto implica que no solo sea asumido como un modelo de atención temporal, hacia una comunidad afectada, sino como un modo de vida que da oportunidad para el desarrollo y el crecimiento social de una comunidad. Visto así, debe convertirse en uno de los marcos normativos vinculantes y exigente de las políticas públicas de los Estados desde su planificación, ejecución, control y verificación.
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Derechos de la Niñez, Desplazamiento Forzado en Colombia y Gestión del Riesgo de Desastres