Lo que podemos aprender
Muchas cosas podemos conocer de la rivalidad entre las franquicias
dentales y los dentistas tradicionales, la más importante de ellas es la
necesidad de un cambio de modelo adaptado al nuevo paciente y a los
avances de la tecnología.
Porque en estos tiempos la odon-
tología sin buena gerencia, no es
odontología.
¿La odontología es un negocio?
Incorporar las herramientas de las
ciencias gerenciales en los consul-
torios y clínicas es parte de la evo-
lución de la salud. Y esta es la for-
taleza más relevante que tiene una
franquicia dental que no tienen la
mayoría de los dentistas tradicio-
nales.
Una franquicia odontológica fun-
ciona desde su concepción basada
en fundamentos de la gerencia y el
marketing. Saben cuál es su mode-
lo de negocios, conocen las necesi-
dades de los pacientes y lo aprove-
chan al máximo.
Esto no está mal, de hecho en estos
tiempos es lo que cualquier odon-
tólogo “tradicional” debería empe-
zar a hacer.Si, muchos pensaran: Es
que la odontología no es un nego-
cio…Realmente si lo es. Es una for-
ma de obtener dinero, a cambio de
un servicio. Un intercambio entre
los odontólogos y sus pacientes.
Seguir pensando que la palabra
negocio está relacionada a estafa,
aprovechamiento o engaño es lo
mismo que al escuchar la palabra
DENTAL| magazine 12
humano solo pensemos en asesi-
nos, ladrones y mentirosos.
Su consultorio, sea pequeño o
grande, debe tener claro cuál es su
modelo de negocio, definirlo y me-
jorarlo con el tiempo. Ver y tratar a
los pacientes como nuestros clien-
tes es una obligación.
Un grupo importante de odon-
tólogos está reconociendo estas
carencias. En Quirónea, hemos
acompañado a muchos de ellos a
compensar esta situación, diseñan-
do sus marcas, apoyándolos en im-
plementar nuevas experiencias de
salud e incorporando innovaciones
no dentales a su práctica diaria.
Franquicias dentales y ética
profesional
Ahora bien, esta aproximación
“empresarial” hacia la odontología
también ha traído problemas, don-
de la falta de ética en el modelo de
negocios, se convierte en su princi-
pal debilidad.
La aparente imposibilidad de man-
tener relaciones ganar – ganar con
sus pacientes, odontólogos y pro-
veedores es lo que ha causado la
crisis de las franquicias dentales en
varios países del mundo.
Modelos de negocios poco o nada
transparentes, el uso y comerciali-
zación de materiales de bajo coste,
la alta rotación del personal, uso
de publicidad engañosa, desleal y
estafas, son algunas de las situa-
ciones que hacen insostenible el
funcionamiento de las franquicias
dentales a largo plazo.
¿Toda franquicia dental incurre en
estas prácticas? No, aunque siem-
pre se verán afectadas por la pu-
blicidad negativa de otras que si lo
hacen.
Muchas veces los pacientes no no-
tan la diferencia y la mala reputa-
ción se extiende a cualquier odon-
tólogo que se atreva a “parecer
una franquicia”, que es lo mismo a
trabajar en el aspecto gerencial de
su clínica, mejorar su imagen o in-
vertir en publicidad.
No en vano en el último año hemos
escuchado en repetidas ocasiones
la frase “Quiero tener las herra-
mientas de una franquicia sin pare-
cer una franquicia”.
El futuro de las franquicias denta-
les y los dentistas tradicionales.
Como decía Drucker “la mejor forma
de predecir el futuro es creándolo”.