Sin embargo, Padrón se dio cuenta de un gran problema en la educación de la ciencia: “Mientras analizaba los efectos de mi proyecto, me percaté de algo muy interesante, pero triste: las mujeres no se interesan tanto en la rama de la ciencia como los hombres. Y por consecuencia, los hombres son los que tienen las mejores calificaciones en esa área. Es triste que aún en pleno siglo XXI, existe un costo social para la mujer estudiar alguna carrera relacionada a la ciencia. Es decir, la mujer que estudia algo de las ciencias puede parecer ñoña para la sociedad, aún más que si fuera hombre, y es en gran parte por eso que las mujeres no se interesan tanto.”
Finalmente, Padrón propuso algunas soluciones al problema: “Sí se puede lograr que este fenómeno de la falta de mujeres en la ciencia cambie. Por ejemplo, una forma que se me ocurre para que las mujeres se metan más al mundo de la ciencia es creando grupos exclusivos para mujeres dónde se lleve a cabo diferentes actividades de la ciencia como la investigación. O también se podría fomentar a los estudiantes que escojan la carrera que más les guste, sin importar lo que el resto de la sociedad piense.”
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Opinión de los Expertos