Factor 4: los fotogramas subliminales
Al ver la serie de Netflix uno siente que le están lavando la cabeza y es por una sencilla razón: en medio de las escenas, cuando menos lo esperas, aparece un fotograma con imágenes que muy probablemente se graban inconscientemente en la cabeza y además añaden al suspenso.
Además, cuando se cambia de una escena a otra utilizan imágenes rápidas de los flashbacks más crudos de la serie para recapitular. Sin embargo, en mi perspectiva, es mucho más impactante los fotogramas con mensajes subliminales en el medio de las escenas. Primero, porque aparecen de la nada y muchas veces pueden hacerte pensar que tu televisor está titilando o dañado. Y segundo, porque si pausas exactamente en el momento puedes ver a demonios como beleth o figuras extrañas dentro de la imagen.
Creo que este es el factor más importante en cuanto a incrementar el suspenso y la tensión del espectador y además, el que diferencia a Marianne entre otras series de terror.
Para concluir, Marianne es una serie bien producida, con buena escenografía, una trama que no es tan irreal y una buena actuación. Los elementos crudos de la serie la convierte en una serie “difícil” de ver si no eres de esa clase de público. Pero en su totalidad, tiene varios elementos audiovisuales que hacen que valga la pena verla.
- Patricia Martínez